Tuesday, August 30, 2011

Aug | 30 | Enfrentemos la música ¡y bailemos!

Palabra para meditar – VOLVER

Deuteronomio 6:5
“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.”

Enfrentemos la música ¡y bailemos!

Estos últimos años de mi estancia aquí, he recorrido el camino con no pocos cristianos (que ya tienen tiempo de serlo), quienes han dicho últimamente: “No sé si realmente creí alguna vez”, o “No conozco ya la realidad y la verdad del cristianismo”, o a menudo, “¿Sabes Robert? Me siento tan lejos de Dios... y tanto así que me pregunto si alguna vez lo tuve”. Es bastante preocupante, ¿no creen?

Cada vez que todo esto se dice en voz alta, normalmente es en labios de personas que tienen un cansancio agobiante de ellos mismos. Cada vez que esto se dice en voz alta, normalmente es en labios de personas que tienen una sensación abrumadora de decepción en Dios y especialmente de decepción en Su pueblo, la iglesia. Aun más aterrador resulta el hecho de que son muchas las personas que lo sienten y que nunca antes han tenido ni la urgencia, ni el valor de expresar en voz alta su situación interior. Enfrentémoslo, estas afirmaciones queridos amigos, son cada vez más comunes.

Permítanme decirles ahora mismo, que cada vez que escucho que esos cristianos de tanto tiempo han “dejado de creer en Dios”, ¡no lo creo! De hecho, su agotamiento y decepción extremos en Dios, usualmente son indicio de su fe contínua, antes que de una contradicción de ella; porque uno no se decepciona ni se aflige, uno no se desespera ni se desilusiona de alguien que no tiene ningún valor para uno o con quien no se tenga ninguna experiencia. Entonces, ¿qué es lo que está sucediendo? ¿Por qué ahora hay tantos cristianos, de esos que lo han sido por mucho tiempo, que aparentemente están negando a Dios por completo?

Creo que la primera razón para negar a Dios, es que a menudo se le ha puesto poco valor a la experiencia personal. Se le ha puesto poco valor al contenido emocional de su fe. Sin embargo les digo que, el cómo se sienten respecto a Dios y el cómo experimentan su caminar con Él, ¡es muy importante! ¡Tu relación experiencial con Dios es absolutamente vital para una salud espiritual ininterrumpida! Si en tu alma experiencial no recibes las palabras de la Biblia como palabras del Espíritu, entonces el hambre subsecuente, insatisfecha y rapaz de una experiencia con Dios, ¡te devorará! Tu sed no saciada y rapaz, por ese encuentro experiencial con Dios, te dejará tan abrasado y seco como la cáscara vieja de una semilla; te dejará destruido y vacío bajo el más verde de los árboles. Para detener esto, ¡debes cultivar un caminar experiencial con Dios! La Biblia por sí sola no será suficiente, sino que las declaraciones de la Biblia y las promesas de la Biblia, acompañando a la presencia manifiesta de Dios, son la que resultan suficientes para la vida, suficientes para el amor y suficientes para la búsqueda de la felicidad.

La segunda razón para negar a Dios ha sido el fracaso en mantener nuestro propio viñedo. La mayoría de estas personas que me han expresado esas palabras, han sido anteriormente siervos fieles del Dios Altísimo. Sin embargo, han sido exprimidos en el servicio a Dios, han sido apaleados, maltratados y escupidos en el pavimento gris y arenoso. No, no es agradable, no es agradable en lo más mínimo. Es tan fácil llegar a deshidratarse en el servicio a Dios. Es tan fácil compararse y competir unos con otros de tal manera ¡que simplemente no podemos mantener el ritmo de la carrera, no podemos mantener el paso! Esta gente está sencillamente, ¡tremendamente agotada!

La tercera razón para negar a Dios, ¡es creer que el producto que estamos vendiendo no hará el trabajo que estamos diciendo! Sí, nosotros los ministros de Cristo, somos vendedores. ¡Nosotros invitamos a las personas a que vengan y compren, a que prueben y vean, a que den vuelta y aprendan, a que abran e inviten, a que dejen que Dios mejore las cosas para ellos, a que las mejore para su salud, para sus finanzas, para su familia, y para su futuro!... No obstante, cuando el producto no opera “mejorando”, de la manera en que dijimos que lo haría, entonces los compradores lo rechazan y nosotros, los vendedores, eventualmente nos decepcionamos mucho de la veracidad del producto mismo.

La cuarta razón para que la gente niegue a Dios, es sencillamente el pecado. He observado que el amor no correspondido, la sed desesperada y el hambre oculta, si no se satisfacen con justicia, se llenan con injusticia. Cuando la gente se decepciona mucho, queridos amigos, con las relaciones cercanas que prometieron tanto pero que dieron tan poco, se siente traicionada, se siente robada, siente que ha salido perdiendo y que es algo injusto, y a menudo su respuesta ante estos sentimientos fuertes, es romper todos los límites que antes tenía, en su intento por satisfacer el hambre, por saciar esa sed, y por satisfacer de alguna manera ese sentimiento tan severo de pérdida. Por supuesto, estos amados hermanos, sencillamente han tomado veneno, y cerrado la puerta detrás de ellos, mientras abandonan el edificio de Dios para morir silenciosamente y solos. Ahora, están más hambrientos de lo que alguna vez imaginaron, pero ya no tienen adónde ir.

En esta noche, entonces, los dejo con cinco antídotos para una posible negación futura de Dios. ¡Ah! y no sean arrogantes pensando que estas cosas no les pueden pasar a ustedes, porque he visto que les han sucedido a hombres mejores que yo, ¡o que ustedes!

Primero, entonces, ¡asegúrense de tener una experiencia con Dios! Deben sentir su relación con su Padre. El deseo debe ser saciado y la satisfacción debe ser completa. Asegúrense de que su vida emocional se satisfaga en Dios, y se satisfaga con Dios. Si no es así, ¡entonces probablemente haya problemas más adelante!

Segundo, cuídense ustedes mismos, porque nadie más lo hará. Mejor consíganse ese hermano, porque nadie más lo hará. Tómense tiempo para descansar, tómense tiempo para recargar sus baterías, tómense tiempo para rejuvenecerse, tómense tiempo para buscar a Jesús en las cortes del Dios Altísimo. Saquen el mayor provecho de la luz de la luna y de la música, del amor y del romance. ¡Tómense tiempo para bailar! ¡Tienen que hacerlo amigos, antes de que los violinistas se vayan!

Tercero, si el producto que ustedes están vendiendo no está funcionando, entonces tal vez no han leído correctamente las instrucciones, o ¡tienen el producto equivocado! ¿Está funcionando su Evangelio? Revísenlo y si no está funcionando, bótenlo porque sin duda no tienen el real. ¡Busquen el real! Háganlo, ¡o tendrán que pagar la factura!

Cuarto, tienen que regocijarse en la esposa de su juventud y dejar que sus caricias los satisfagan en todo tiempo. ¿Acaso puede la Escritura ser más clara que esto? Asegúrense de tener una relación apasionada con Dios y de que su satisfacción se encuentre plenamente en Él. ¡Esto tiene que suceder! Si no sucede, entonces habrá algunas lágrimas qué derramar.

Quinto, reconozcan que ustedes tienen la llave de su propio corazón, y por lo tanto la llave para abrir la puerta de éste y para regresar a Dios, su Creador, y regresar a Cristo, su Amado. Querido amigo, ¡tienes la posibilidad de volver a abrir la puerta de tu corazón al deseo! Dime: Tú crees que si tú estás deseoso de la realidad y de la plenitud del Padre, sin importar cuál sea el costo, (de hecho a cualquier costo) ¿crees que Él no va a interesarse en semejante propuesta?
Yo te digo, ¡Dios siempre está interesado en las proposiciones de tu corazón! ¡Siempre!

Medita: “‘Recuerda estas cosas, Jacob, porque tú eres mi siervo, Israel. Yo te formé, tú eres mi siervo; Israel, yo no te olvidaré. He disipado tus transgresiones como el rocío, y tus pecados como la bruma de la mañana. Vuelve a mí, que te he redimido. ¡Canten de alegría, cielos, que esto lo ha hecho el Señor! ¡Griten con fuerte voz, profundidades de la tierra! ¡Prorrumpan en canciones, montañas; y bosques, con todos sus árboles! Porque el Señor ha redimido a Jacob, Dios ha manifestado su gloria en Israel.” Isaías 44:21-23

Ora: Jesús, cuando hayas llegado a mi corazón y Tu sabor y el aroma de Tu presencia y poder se hayan convertido dentro de mí en tan sólo un rumor en el viento, ten misericordia de mí, y por favor, ven a golpear a mi puerta una vez más. Jesús, amado de mi alma, ven y arroja piedras a mi ventana, despiértame de mi lecho de muerte y pídeme que me case contigo una vez más. Ámen y Amén y Amén.


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