Sunday, September 4, 2011

Sep | 04 | De las imágenes en una granada

Palabra para meditar– GRANADA

Éxodo 39:24-26
“En todo el borde inferior del manto se hicieron granadas de lana púrpura, carmesí y escarlata, y de lino fino, lo mismo que campanillas de oro puro, las cuales se colocaron en todo el borde inferior, entre las granadas. Las campanillas y las granadas se colocaron, en forma alternada, en todo el borde inferior del manto que debía llevarse para ejercer el ministerio, como se lo mandó el Señor a Moisés.”

De las imágenes en una granada

Podría perder peso comiendo granadas. La que me comí hoy me tomó veinte minutos completos en terminármela, y al final, mi plato de cartón parecía como un animal aplastado en el camino que hubiera acabado de sacar de debajo de la llanta de mi automóvil, y mis dedos manchados de rojo y pegajosos, me identificaban como asesino, mientras mis labios y mentón ensangrentados me proclamaban un caníbal de proporciones insaciables. Había porciones de carne y sangre por todo mi cuerpo ¡y por toda la mesa! De cualquier manera la granada abierta se veía bien, y ni dudarlo... ¡sabía todavía mejor!

La granada es la fruta de un arbusto portador de semillas que crece en cualquier parte, desde cinco hasta ocho metros. La fruta que produce y que es del tamaño de una manzana, contiene abundancia de semillas blancas comestibles, cubiertas por una pulpa cristalina, jugosa y roja como la sangre. El simbolismo religioso de esta fruta ha estado arraigado por siglos en el arte, la historia, la medicina, la mitología, la música y, por supuesto, ¡en la Biblia! En esta noche deseo arraigar en nosotros sólo unas cuantas de sus semillas.

Los judíos dicen que las 613 leyes de la Torá están representadas por 613 semillas en la granada. Ahora, dependiendo de la variedad y tamaño, podrían ser más o menos doscientas, ¡pero me gusta el sonido del simbolismo! Los doce sacos de semillas dentro de la granada, dicen los judíos, representan las doce tribus de Israel; la abundancia de las semillas representa la fertilidad arrolladora de la tierra prometida; su corona representa la línea real del Rey David y así podríamos seguir. Mi punto es que esta fruta de la granada es tan exótica y maravillosa, tan deliciosa y dadora de vida, tan efectiva y propicia, que con razón ha sido utilizada como la imagen de la pasión, la resurrección, la esperanza y la fertilidad dadora de vida.

Algunos dicen que en realidad era esta manzana llena de semillas, la que fue el fruto del árbol de la vida. Otros más dicen que el vino que se utilizó en la última cena fue vino hecho de granadas y mezclado con especies, y que es también el que se usará una vez más en la cena de las Bodas del Cordero. Unos más dicen que son los santos los que preparan el vino para el Novio y que nosotros deberemos servir la mesa del Cordero con este vino como regalo de bodas. Yo me lo pregunto...

Mañana, consíganse un babero y unas toallas húmedas, y luego vayan y cómprense una granada. Será costosa pero valdrá la pena. Para este momento ya deberían saber que en la vida nada que valga la pena, es barato. Entonces, apaguen su televisor, siéntense y tómense el tiempo de desvestir esta fruta seductora. Contémplenla, pruébenla, luego bébanla con fe y con algo de visión de futuro. Vean en el interior de esta fruta real, exclusiva y única, revestida con todo el color de una corona púrpura, a los hijos de Dios comprados con perlas, sentados con esmero en su lugar. Véanlos purificados en Su propia sangre carmesí. Vean la carne arrancada, desgarrada y removida de los árboles espinosos torcidos y descortezados. Sí, “gusten y vean ¡qué bueno es el Señor!”

Que mañana tu cena sea una ‘granada’ y que ella pueda convertirse para ti en el antipasto del cielo, en una dulce degustación previa de lo que está por venir y que es incluso veloz y fragrante en la brisa de la media noche.

Medita: “¡Ah, si fueras mi propio hermano, criado a los pechos de mi madre! Al encontrarte en la calle podría besarte, y nadie me juzgaría mal. Tomándote de la mano, te llevaría a la casa de mi madre, y me enseñarías el arte del amor. Te daría a beber vino con especias, y el néctar de mis granadas.” Cantares 8:1-2

Ora: Señor, Tus sacerdotes de antaño usaban vestiduras con campanitas doradas y granadas púrpuras, azules y escarlatas. Señor, que el sonido de mi caminar delante de Tu trono santo, sea un tintineo de alegría que proclame la vida. Señor, que mis pilares de firmeza y fortaleza delante de Tu rostro santo, sean coronados con todos los colores y matices de la pureza y la abundancia de frutos, y con el dulce olor del amor listo y expectante. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.




No comments:

Post a Comment