Wednesday, September 14, 2011

Sep |14 | Días olvidados

Palabra para meditar– VESTIMENTA

Jeremías 2:32
“¿Acaso una joven se olvida de sus joyas, o una novia de su atavío? ¡Pues hace muchísimo tiempo que mi pueblo se olvidó de mí!”


Días olvidados

En 1752, el día de hoy, septiembre 14, ¡realmente salió de la nada! Porque fue el día de hoy que el Reino Unido de Gran Bretaña y su Imperio (incluyendo la problemática colonia enfrente del lago) dejaron a un lado el antiguo Calendario Juliano (Llamado en EU ‘OS o Estilo antiguo’) y adoptaron el Calendario Gregoriano (Llamado en EU ‘NS o Estilo nuevo’). El problema era que para hacerlo, había que perder once días. Así que, sí señores, ayer, en 1752, ¡era el 3 de septiembre!

El antiguo Calendario Juliano estaba desajustándose con respecto a las estaciones, poco a poco, pero siempre más. Eso, junto con el deseo de la Iglesia Católica Romana de implementar la idea del Concilio Ecuménico de Nicea del año 325 D.C. de celebrar la Pascua en el tiempo de sus propios cálculos sugeridos (casi como conseguir un reloj atómico para que el Papa manejara en toda la iglesia), sugería que eventualmente todo el mundo implementaría el calendario gregoriano. (¡Finalmente puedo encontrar alguna justificación para mí, en aquellos momentos cuando ni siquiera sé qué día de la semana es!)

En este reordenamiento de los calendarios podemos encontrar un poco de estímulo, porque a veces hay días, e incluso semanas de tiempo que deben dejarse a un lado, deben incluso olvidarse, de manera que podamos entrar en un modo de caminar, en un modo de vivir, en un modo de avanzar hacia nuestro futuro, hacia nuestro destino, en forma más realista y rítmica. Efectivamente, hay algunos días que deben ser depositados en el bote de la basura. Tal vez hoy tuvieron un día de esos, y si es así, déjenlo ir, bórrenlo, échenlo en el basurero.

Además de estos días, tenemos un número cada vez mayor de ‘otros’ días de olvido. Días en los que hemos olvidado a Dios. Días en los que no hemos tenido conciencia de Su presencia, de Su providencia y de Su protección. Francamente, tampoco nos ha molestado en lo más mínimo cuando hemos tenido que efectivamente tirar, junto con otras cosas, esos días de olvido. Sin embargo, nunca es bueno olvidar a Dios.

En esta noche tengo que decirles que ¡es muy fácil para nosotros perder días con Dios, incluso esos días que no tienen número! Me pregunto entonces si sería bueno que nosotros, mañana, al vestirnos, también nos pusiéramos nuestra armadura en oración, y al hacerlo, recordáramos a Dios. Me pregunto si sería bueno para todos nosotros que de la misma manera en la que ustedes las mujeres se ponen su maquillaje y sus joyas en la mañana, nosotros también nos adornáramos con las gracias de Dios para el día que está por comenzar, y al hacerlo, nos adornáramos con Su recuerdo. Sí, mañana mis amigos, vistámonos con Dios y no tengamos más días de olvido de tener comunión con nuestro Padre. ¡Comencemos a recordar a Dios en todo tiempo!

Medita: “¿Quién es ésta, admirable como la aurora? ¡Es bella como la luna, radiante como el sol, majestuosa como las estrellas del cielo!” Cantares 6:10

Ora: Señor, ayúdame mañana a adornarme contigo, y en esta noche, oh Señor, en mis pensamientos y en mis sueños, ayúdame a elegir la ‘vestidura’ correcta para el día por venir. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

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