Monday, October 3, 2011

Oct | 03 | Burla ‘gigante’

Palabra para meditar – DISCERNIR

Génesis 6:4a
“Había gigantes en la tierra en aquellos días...” (VRV)


Burla ‘gigante’

Por supuesto, es al gran buhonero norteamericano, PT Barnum, a quien se le atribuye la frase de “¡Hay un bobo naciendo cada minuto!”. No obstante, hay información que parece indicar que esta observación realmente se le atribuye a David Hannum, un banquero además de vendedor de carros, que fuera el líder de un sindicato que respaldaba la exposición del Gigante de Cardiff. ¡Ah! ¡Aquí tenemos una historia!

En 1866, el timador George Hull, después de estudiar arqueología y paleontología, encontró un bloque enorme de yeso que contenía estrías similares a las venas humanas. En secreto contrató talladores para que transformaran este bloque en una figura de apariencia humana, que el luego diría que había muerto en agonía mientras lo convertían en piedra. Luego, artificialmente, logró hacer que el gigante de piedra envejeciera y lo enterró en la granja de un conocido en Cardiff, Nueva York. Un año más tarde, hizo que un par de trabajadores, que habían sido contratados para cavar un nuevo pozo, “descubrieran” el gigante de piedra enterrado en lo profundo de la tierra. Los evangelistas de la época habían estado predicando mucho por todo el país, respecto a nuestro versículo de esta noche, y por lo tanto fue bastante fácil para Hull montar el ardid y ¡seguir con él! Hull hizo miles de dólares gracias a las personas que venían a ver su fraude gigante, y eventualmente el “gigante hacedor de dinero” fue adquirido por un sindicato financiero dirigido por Hannum.

El astuto empresario de espectáculos, PT Barnum, intentó adquirir el gigante para su propio show, por unos $50,000; pero cuando el sindicato se rehusó a venderlo, se construyó el suyo propio, lo instaló y comenzó a cobrar un dólar por cabeza, por ver al verdadero gigante, y luego tuvo la audacia de decir que el gigante de Hull-Hannum ¡era un completo fraude! PT Barnum tuvo más gente que Hannum, dispuesta a pagar el más alto precio por ver su ‘fraude del fraude’, entre los que estaban incluídos pastores y científicos; y es en este punto que se dice que Hannum respondió ante la incredulidad con las palabras “hay un bobo naciendo cada minuto”. En este mes, pero en el año 2008, los restos de un “Pie Grande” y muestras de ADN híbrida no humana, encontrados dentro de un bloque de hielo en los remotos bosques del estado norteño de Georgia, fueron adquiridos por una suma similar a la de PT Barnum de $50,000. Cuando los compradores descongelaron el costoso gigante Sasquatch, se encontraron con que era un esmoquin de hule ¡salpicado con carne de la charcutería! Efectivamente, hay un bobo naciendo cada minuto.

Yo soy carismático. Soy un hombre de la Palabra y del Espíritu, y sí, creo en todos los dones del Espíritu Santo y en particular en el del discernimiento. No obstante, nunca antes en toda mi vida he visto semejante escasez de discernimiento dentro de la iglesia del Dios Vivo, y del valor que con él viene ¡para llamar a un fraude por su nombre! ¡Nunca antes se había visto tanta gente engañada haciendo fila para entregar el dinero que ha ganado con tanto trabajo! Veo a mis compañeros Carismáticos, tan arrastrados hacia la espectacularidad de muchos charlatanes “cristianos”, que tengo que tomar el comentario bien utilizado de Hannun y, con pesar, modificarlo para decir que “nace un bobo cada minuto, y la mayoría son carismáticos”.

Estas palabras mías son muy duras, lo sé. Pero son verdad. Estoy cansado de recoger los tristes pedazos de los corazones lastimados de discípulos decepcionados. ¡Necesitamos ser sabios, amigos! Necesitamos hablar con claridad. He aquí en esta noche una observación mía que ayudará a algunos de ustedes a no ser heridos ni avergonzados por un ‘esquilador’: “Los lobos pueden usar ropa de oveja, sin embargo son siempre aficionados a esquilarte. Así que vigila tu billetera y observa cuidadosamente sus cuentas bancarias y a su estilo de vida. Esas son cosas que hablan a gritos”.

Los grandes apóstoles de antaño pudieron decir justamente: “No tengo plata ni oro”. ¿Qué hay de esos lobos de rostros impecables, sonrientes, esquiladores de ovejas y con dientes filudos? ¡No! ¡Ellos para nada pueden decir eso! Así que hermano, hermana, amigo, ¡aléjense de ellos! y luego Tú, Señor, ¡por favor aléjalos de nosotros!

Medita: “Junto a la puerta llamada Hermosa había un hombre lisiado de nacimiento, al que todos los días dejaban allí para que pidiera limosna a los que entraban en el templo. Cuando éste vio que Pedro y Juan estaban por entrar, les pidió limosna. Pedro, con Juan, mirándolo fijamente, le dijo: —¡Míranos! El hombre fijó en ellos la mirada, esperando recibir algo. —No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda! Y tomándolo por la mano derecha, lo levantó. Al instante los pies y los tobillos del hombre cobraron fuerza.’” Hechos 3:2-7

Ora: ¡Señor! Tómanos de la mano y fortalece nuestros pies para que no se desvíen del camino; más aun, fortalece los huesos de nuestros tobillos, para que podamos saltar con alegría, estar de pie delante de Tu santidad y caminar por las cortes de Tu templo, dando un buen testimonio de Tu bondad verdadera e infinita. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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