Friday, October 14, 2011

Oct | 14 | Dos gatitos

Palabra para meditar – REGRESO

Jonás 4:6
“Para aliviarlo de su malestar, Dios el SEÑOR dispuso una planta, la cual creció hasta cubrirle a Jonás la cabeza con su sombra. Jonás se alegró muchísimo por la planta.”

Dos gatitos


Como es mi costumbre habitual, esta mañana me levanté temprano, me doblegué ante las abluciones instantáneas de un hombre que va llegando a los cincuenta, encendí la luz de la cocina, puse en la cafetera eléctrica un poco de café negro colombiano, rico y altamente cafeinado, como preparación para algún relajamiento posterior, y me senté a escribir el ‘Susurro’ de esta noche. La luz que salía de la cocina brilló en la oscuridad circundante de esta ladera de Kentucky, y atrajo a los chicos desde lejos. “Los chicos”, como los llamamos, son Itsy y Bitsy, dos pequeños regalos de Dios que maúllan al lado del camino, que mi esposa encontró el día de su cumpleaños hace unos 18 meses. Dos gatitos rechazados y huérfanos, color miel; dos sombreros Davy Crockett con cara encrispada; dos máquinas de producción de aire viciado; dos fuentes de control de plagas; dos liberadores de ratones; dos fuentes de confort y caricias, cálidas y acogedoras que ronronean; dos pequeñas criaturas enroscadas al pie de la cama; dos pares de ojos brillantes en la noche larga; dos fuentecitas de consuelo de parte de Dios que aparecen cada mañana, te saludan con una sonrisa, te muerden los pies para hacerte saber que estás vivo hoy, y envuelven sus colas cálidas y rizadas alrededor de tus frías pantorrillas mañaneras, ¡para hacerte saber que hay alguien que hoy, te ama! Sí, “los chicos”, esos dos gatitos color miel, esos dos pequeños regalos de Dios, llegan golpeando temprano en la mañana a mi puerta, casi todos los días.

Es interesante la manera en la que te apegas a las cosas pequeñas. En nuestro versículo para esta noche, para ese profeta peculiar y agresivo llamado Jonás, fue una planta, y ¡una planta que duró un sólo día! Para mí y para mi esposa, son nuestros gatos, los substitutos peludos de los hijos que extrañamos, y dos pequeñas distracciones cálidas para la fría soledad que esa añoranza genera. En unos cuantos días regresaremos a nuestra tierra y dejaremos a estas dos pequeñas criaturas atrás. Mientras el pequeño dueto color miel, agazapados el uno junto al otro, comen al unísono de sus tazas azules, pienso en cuánto extrañaré esta rutina matutina peluda. Y entonces pienso para mí: “¡Hombre! Si alguna vez tenemos que dejarlos para siempre, va a ser duro; especialmente para mi esposa”.

Es sorprendente cómo la tristeza puede tan fácilmente subírsele a un Celta. Ese último pensamiento que tuve permitió que el gato de la melancolía viniera y se agazapara en mi regazo, me mirara a los ojos y me recordara que en esta vida, debemos decirle adiós a todo y a todos. “Cuanto más vivas”, dijo, “más tendrás que decir adiós, hasta que finalmente te digan adiós a ti”. Luego se relajó, y en el relajamiento, liberó un muy oloroso e indeseado...aire.

Para ese momento, el café estaba empezando a hacer efecto, así que agarré rápidamente por su cuellito roñoso a ese pequeño visitante sarnoso, ¡y lo saqué por la ventana! El gato de la melancolía no había dicho nada nuevo. No, soy consciente de todo aquello. Soy realmente un peregrino en camino hacia Su Santa Ciudad, hacia mi Hogar en mi Ciudad, y al ser peregrino, entonces, estoy ya mismo preparando mis despedidas, muy anticipadamente, pero más que eso, oh gatito sarnoso y oloroso, estoy preparando mis “holas” y practicando mis “¿cómo están?”.
¿Qué hay de ti en esta noche? ¿Qué saludos estás esperando recibir, después de que se pronuncie tu último adiós?

Medita:

Fue Alfred Lord Tennyson quien escribió, “Crossing the Bar” (Cruzando el umbral). Es una obra majestuosa cuyas dos últimas líneas dicen:

“Espero ver a mi Piloto cara a cara

Una vez cruzado el umbral”

El siguiente poema se titula “Bar One”(Salvo con uno). El término “salvo con uno” significa “excepto con uno”. Esto apunta a la terrible realidad de que todas las cosas pasan y desaparecen. Todo es así, excepto Jesús; y en Jesús, todo lo que ha pasado y todos los que se han ido, serán vistos junto a Él y en Él. Esa es mi gran esperanza.

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Encima de todas las coronas de gloria
Gotea una corona de espinas
Y en cada copa temporal
Rebosa una alegría gimiente
Y con cada amor, salvo con uno,
Hay un adiós

La mañana trae una nube azul
La tarde una borla de blanco algodón
Y luego, para terminar cada agradable día
Un cielo azul lleno de gris
Y con cada amor, salvo con uno,
Hay un adiós

El color rosa del recién nacido
La felicidad y la alegría
Tal vez será un recuerdo
En la rebelión del chico
Pues con cada amor, salvo con uno,
Hay un adiós

Con cada providencia
Parece haber una persecución
No hay ganancia sin pérdida
Ni hay avance sin precio
Y con cada amor, salvo con uno,
Hay un adiós

Una vida de crecimiento
Una persona aprendiendo
De esperanzas y sueños y siembra en oración
Dejará a uno de nosotros solo por un rato
En pie, mirando a las lozas de barro sobre pinos brillantes
Porque con cada amor, salvo con uno,
Hay un adiós

----------O----------

1ª Cor 15:50-52 “Les declaro, hermanos, que el cuerpo mortal no puede heredar el reino de Dios, ni lo corruptible puede heredar lo incorruptible. Fíjense bien en el misterio que les voy a revelar: No todos moriremos, pero todos seremos transformados, en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al toque final de la trompeta. Pues sonará la trompeta y los muertos resucitarán con un cuerpo incorruptible, y nosotros seremos transformados.”

Ora: Buenas noches, amado Señor; buenas noches y adiós, mis amigos; buenas noches, porque es posible que mañana me despierte en el confort de Su cielo. Así que, buenas noches, amado Señor, buenas noches mi Rey, y adiós mis amigos, adiós; porque es posible que mañana me despierte en el confort de Su cielo. Anónimo.

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