Thursday, November 3, 2011

Nov | 03 | De callejuelas, callejones, sendas y senderos

Palabra para meditar – CAMINO

Isaías 35:4-6
“Digan a los de corazón temeroso: Sean fuertes, no tengan miedo. Su Dios vendrá, vendrá con venganza; con retribución divina vendrá a salvarlos. Se abrirán entonces los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos; saltará el cojo como un ciervo, y gritará de alegría la lengua del mudo. Porque aguas brotarán en el desierto, y torrentes en el sequedal.”

De callejuelas, callejones, sendas y senderos

Actualmente, vivo en el límite de Sussex del Este y el condado de Kent, y mi zona, Tunbridge Wells Sur, está llena de bellos y bien definidos atajos y pasadizos entre todas las paredes y vallados de protección, cercas y casas. En mi condado de origen, en Derbyshire, a estos pasadizos, estas nuevas vías, los llamamos “callejuelas” y en otras partes del país se les llama “callejones” o “sendas” (¿no es lindo?), pero aquí abajo, en esta parte del “suave y soleado” Sur, se les llama, de manera deliciosa, “senderos”.

Una sinapsis es una unión altamente especializada de dos neuronas (células nerviosas) o de una neurona y una célula de proteína, la cual a su vez permite la transmisión de señales químicas y eléctricas, lo que resulta en una rápida cascada de respuestas físicas. Estos senderos sinápticos establecidos son especialmente importantes para la función del cerebro y son destruidos con facilidad con cualquier cosa, desde drogas hasta enfermedad, limitando la función cerebral. No obstante, el cerebro es bastante admirable, especialmente en la gente joven, en los cuales aun con la destrucción de los senderos sinápticos, con el paso del tiempo otros pueden crearse.

Ahora, yo no poseo ni el conocimiento ni la comprensión para comunicar correctamente cómo funciona el cerebro, ¡pero quien la posee! La investigación y comprensión de la función cerebral y la definición de la inteligencia y conciencia parece ser casi tan precisa como la descripción de una sola estrella en la Nebulosa del Águila. ¡Sí, creo que entendemos tanto así! Sin embargo, este fenómeno de la capacidad del cerebro dañado para establecer nuevos atajos y pasadizos, o si lo prefieren, nuevas callejuelas, sendas y senderos, es bastante admirable.
Lo que quiero decir esta noche es lo siguiente: a medida que las ciudades y pueblos se establecían y crecían, los seres humanos siempre se han entretenido creando senderos, atajos más rápidos y a menudo más bellos, con el fin de arribar con mayor prontitud y más descansados a su destino deseado. De igual manera, incluso la naturaleza, desde ríos a arroyos y desde el establecimiento y restablecimiento de los senderos sinápticos cerebrales dañados, se ha entretenido en crear caminos donde no los había. ¿No creen entonces que nuestro Dios puede crear caminos para ustedes donde, por ahora, no hay ninguno? ¡Por supuesto que Él puede! Así es que, a algunos de ustedes debo decirles en esta noche: ¡Dios puede crear un camino! ¡Sólo confíen en Él!

Reflexiona: “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.” 1ª Corintios 10:13

Ora: Mi oración de esta noche, amado Jesús, es una muy simple: Por favor haz un camino, abre un nuevo camino, un camino escondido, un camino olvidado, donde, por el momento, parece no haber ninguno. En el nombre de Jesús te lo pido. Amén.

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