Wednesday, December 14, 2011

Dec | 14 | Los monumentos de Mizpa

Palabra para meditar – SEPARA

Génesis 31:48-50
“Este montón de piedras —declaró Labán— nos servirá de testimonio. Por eso se le llamó Galaad a ese lugar, y también se le llamó Mizpa, porque Labán juró: Que el SEÑOR nos vigile cuando ya estemos lejos el uno del otro.’”

Los monumentos de Mizpa

‘Mizpa’ es una palabra muy poco comprendida. Por supuesto que a través de los siglos se ha convertido en muchas ocasiones, más en una palabra que significa hacer dinero que en una palabra mística. Tanto los joyeros como los pequeños comerciantes, todos han sacado su ganancia por las ventas de cosas como dijes y relicarios, monedas y brazaletes todos ellos con la frase (muy linda, sí, pero totalmente fuera de contexto): “Que el Señor vea sobre nosotros cuando estemos lejos el uno del otro… Mizpa”. Todo eso es muy sentimental, muy lindo y muy dulce, además de muy romántico, ¡pero está completamente fuera de contexto!

El contexto del montón de piedras como testimonio del pacto de Mizpa era uno de peligro, de amenazas y de maldiciones. Ustedes recordarán que luego de más de veinte años de abuso por parte de Labán, Jacob finalmente obtiene la luz verde de Dios para escapar. Su viejo tío Fagin Labán sigue a Jacob y a su familia con la sola intención de hacerle mucho daño y recuperar para sí todo lo que Jacob poseía, ¡lo cual él consideraba suyo! Y así habría hecho Labán de no haber sido por la intervención de Dios en un sueño, el cual en pocas palabras decía lo siguiente: “Labán ¡detente! Labán, ¡te lo advierto!”. Sólo después de que Jacob y Labán dijeran lo que pensaban el uno del otro, se hizo evidente una diferencia de opinión irreconciliable. Como esto era así, había una necesidad clara de separación y se pactó una promesa de no regresar, durante la vida del otro, con el deseo de venganza o de infringir daño al otro. Este fue el contexto verdadero del montón de piedras como testimonio en Mizpa. Fue, en realidad, una línea demarcatoria trazada en las profundas arenas del desierto que subrayaba que si se recordaba la vida pasada nuevamente, o se quería hacer algo respecto a ella, esto traería una consecuente maldición de juicio y retribución del Dios de los cielos sobre esa persona y sobre su casa.
Hoy hay una necesidad de erigir muchos montones de piedras como testimonios de Mizpa en las montañas místicas de nuestras mentes y nuestros corazones. Hay estilos de vida que anteriormente hemos sostenido abiertamente, pero ahora llevamos en hábitos, pensamientos y prácticas perniciosas secretas, a los que deberían ser los lugares pacíficos de nuestras vidas. Sí, hay ídolos de muchas clases, que hemos traído desde nuestro pasado a nuestra presente tierra prometida, los cuales han sido la causa de toda clase de culpa y condenación e inclusive temores de muerte que nos persiguen. A pesar del temor que acompaña al miedo del descubrimiento como de la pérdida, el pecado aún nos hace sentarnos sobre ellos y protegerlos bajo excusas mentirosas.

Muchos de ustedes en esta noche, deben levantar testimonios de Mizpa en las montañas místicas de sus corazones y sus mentes. Es hora de dejar el pasado, es hora de trazar debajo de él una línea demarcatoria. Sí, en todos los pensamientos y las prácticas, los hábitos y estilos de vida que continúan siendo destructivos y que los atan en el aquí y el ahora, deben finalmente trazar una línea debajo de ellos. ¡Levanten ese testimonio y nunca más regresen para hacerse daño a ustedes mismos! ¡Levanten ese testimonio y, luego, nunca permitan una visita desde allí que les haga daño! ¡Sí! ¡De una vez y para siempre, márquenlo con la palabra Mizpa!

Medita: “Mira este montón de piedras y la estela que he levantado entre nosotros —señaló Labán—. Ambos serán testigos de que ni tú ni yo cruzaremos esta línea con el propósito de hacernos daño. ¡Que el Dios de Abraham y el Dios de Najor sea nuestro juez! Entonces Jacob juró por el Dios a quien temía su padre Isaac.” Génesis 31:51-54NKJV.

Ora: Señor, ¡echo fuera todos mis ídolos! Señor, estoy cansado de sentirme perseguido, de la intromisión de los negros Nazguls de mi oscuro pasado. Ayúdame para que esta noche levante montones de piedras como testimonios de Mizpa sobre algunos asuntos de mi vida, de los cuales yo declaro esta noche, ya no me traerán muerte, ni tampoco serán buscados por mí. Oh Señor, encuéntrame algunas rocas, y luego juntos, levantemos un testimonio Mizpa para mí. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

No comments:

Post a Comment