Sunday, December 18, 2011

Dec | 18 | Nubes de Gloria

Palabra para meditar – ¿POR QUÉ?

Mateo 13:58
“Y no hizo allí muchos milagros, por la incredulidad de ellos.”

Nubes de Gloria

Un dispositivo habilitado de Fidelidad Inalámbrica o ‘Wi-Fi’ es algo así como una computadora personal, una consola de juegos, un teléfono celular, un reproductor de MP3 o un asistente o computadora de bolsillo (PDA por sus siglas en inglés), que pueden conectarse a Internet cuando están dentro del alcance de una red inalámbrica que está a su vez, conectada a Internet. El área cubierta por uno o varios de los puntos de acceso interconectados se llama ‘punto caliente’. Los puntos calientes pueden cubrir un espacio tan pequeño como una sola habitación con muros inalámbricos opacos, o tanto como miles de kilómetros cuadrados que se cubren mediante puntos de acceso superpuestos. Tal red de puntos de acceso superpuestos se denomina ‘nube Wi-Fi’, y cuando ustedes se encuentran en la nube, queridos amigos, ¡entonces, están en un área invisible de acceso inalámbrico! Ténganme un poco de paciencia ahora, pues hay una aplicación espiritual en esto.

Siempre admiro a esos valientes compañeros que oran por un milagro de sanidad. Creo que se necesita ser personas de valor y fe para pararse en público y por fe, pedir y creer en los milagros de cualquier clase, especialmente los de sanidad. El problema que tengo con este ‘bondadoso valor’ es que raramente, y en mi experiencia virtualmente nunca, resultan en el milagro por el cual se oró. ¿Por qué?

Yo solía basar mi vida, muy cómodamente, en los preceptos de las Sagradas Escrituras más que en la abundancia de las prácticas del Nuevo Pacto, confinando convenientemente toda la parafernalia de milagros del Nuevo Testamento, de cualquier clase que fueran, ¡a un área de almacenamiento doctrinal de “cosas dispensacionales a eliminar”! En otras palabras, “Todas esas cosas milagrosas estaban bien para entonces, pero ahora, bueno, nosotros tenemos la Palabra de Dios con todo su poder y abundancia y, francamente, ahora, nosotros no necesitamos ni tenemos el privilegio ni el acceso a las manifestaciones milagrosas del período del Nuevo Testamento”. Bien, la verdad es que ¡me gustaría que en verdad tuviéramos la Palabra de Dios en todo su poder y abundancia entre nosotros! (pero esto lo voy a dejar para otra noche). Sin embargo, sí sé esto: ¡no hubo nunca un momento en mi historia personal, ni en la historia de nuestra nación, cuando hayamos necesitado más la manifestación de milagros del Nuevo Testamento! Entonces, ¿Por qué no los estamos viendo?

Algunas personas pueden decir que esto es así por la falta de fe personal. ¡Que declaración más hiriente para aquellos cuya fe, de manera inevitable, tiene sus raíces en los campos de la desesperación! No, no creo que ese sea el caso. Entonces, si tenemos un ministerio apostólico y profético quíntuple y si no tenemos un desastre dispensacional doctrinal en nuestras manos y la falta de fe de un individuo no es un tema contencioso, entonces, ¿Por qué razón no vemos tales manifestaciones milagrosas como las que se veían en el Nuevo Testamento?

¿Puedo sugerir algo? y es una sugerencia solamente: Tal vez es que estamos en la nube equivocada. Me pregunto si hay dos clases de nubes espirituales: Una es húmeda y gris, está ocupada por lo demoníaco y aloja también varias cosas que hay entre los evangélicos: desesperanza, autosuficiencia y especialmente, conformismo. Cuando uno se encuentra en esta clase de nube de incredulidad, su cabeza siempre está agachada en contra del viento y sus hombros caídos hacia la tierra expectante y sus manos, guardadas firmemente al calor de sus desesperados bolsillos. En esta clase de nube de incredulidad, rara vez, sí, muy rara vez, encontrarán un punto caliente de sucesos milagrosos.

Me pregunto si hay otra nube: Una nube de fe, una reunión de puntos calientes en red, invisible, donde el ambiente y la atmósfera son de esperanza, de expectativa, de una gran certeza y confianza en el poderoso nombre de Jesús, ¡y es uno de gloria y victoria! Me pregunto si cientos de ángeles se mueven en una nube como esa y me pregunto si en una nube como esa es en donde Abraham y Moisés y Elías todavía caminan, y toda la consumación de la ley de los profetas camina allí, ¡en la forma de uno como el Hijo del hombre! ¿Les gustaría estar en esa nube esta noche?

Bueno, pues si estás en la nube equivocada, ¡tal vez sea tiempo de pensar en buscar un nuevo proveedor de servicios!

Medita: “Ahora bien, ¿quiénes fueron los que oyeron y se rebelaron? ¿No fueron acaso todos los que salieron de Egipto guiados por Moisés? ¿Y con quiénes se enojó Dios durante cuarenta años? ¿No fue acaso con los que pecaron, los cuales cayeron muertos en el desierto? ¿Y a quiénes juró Dios que jamás entrarían en su reposo, sino a los que desobedecieron? Como podemos ver, no pudieron entrar por causa de su incredulidad.” Hebreos 3:16-19

Ora: Señor, hay demasiados cadáveres de Cristianos abandonados corrompiéndose en el desierto. Tráenos a aquellos cristianos ‘calientes’ en la fe y en el poder, Señor, e interconéctanos en una poderosa nube de esperanza gloriosa e invisible. ¡Te lo pedimos en el nombre de Jesús! Amén.

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