Monday, December 19, 2011

Dec | 19 | Completando círculos

Palabra para meditar – CÍRCULOS

Exodo 4:19
“Ya en Madián el SEÑOR le había dicho a Moisés: Vuelve a Egipto, que ya han muerto todos los que querían matarte.”

Completando círculos


¿Saben cómo dibujar un círculo, con un punto en el centro, sin levantar el lápiz del papel? OK, ¡déjenme decirles!

Primero, dibujen un punto en el centro del papel. Ahora, doblen la punta del papel de modo tal que toque el lápiz; no necesitan arrugar el papel o levantar el lápiz del papel. Ahora dibujen una línea recta sobre lo doblado y desde allí, dibujen un cuarto de círculo, dibujando justo hacia abajo de la punta doblada y hacia el plano original. Ahora desdoblen el papel y donde están ahora es exactamente donde necesitan estar. Ahora, simplemente dibujen un círculo con un punto en el centro. ¡Simple!

La cosa que más me gusta sobre este pequeño ejercicio, este truco de agilidad mental, es que el cometido sólo puede ser alcanzado, sólo puede ser completado, primero que nada, moviéndose en arco desde el plano del papel que estamos mirando hacia la parte de atrás, el plano del papel que no se ve y que es acercado por medio de un doblez. Debe ocurrir el doblez y deben hacer el viaje, ¡antes de que puedan re-ingresar en el plano de su destino y completar el círculo alrededor del punto!

Ahora, les guste o no, la vida es muy parecida a esto. A veces, para completar la tarea, debemos abandonar el plano de nuestros viajes antes de re-ingresar en él, en un punto más apropiado tal vez, tanto en tiempo como en espacio. A veces, antes de que puedan guiar a Israel a la tierra prometida, deben pasar cuarenta años en la parte más remota del desierto, dibujando un arco que no se ve a través del páramo, antes de poder ser llevados nuevamente a su plano original para completar el círculo de su llamado.

Medita: “Sin embargo, Dios me había apartado desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia. Cuando él tuvo a bien revelarme a su Hijo para que yo lo predicara entre los gentiles, no consulté con nadie. Tampoco subí a Jerusalén para ver a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui de inmediato a Arabia, de donde luego regresé a Damasco. Después de tres años, subí a Jerusalén para visitar a Pedro, y me quedé con él quince días. No vi a ningún otro de los apóstoles; sólo vi a Jacobo, el hermano del Señor. Dios me es testigo que en esto que les escribo no miento. Más tarde fui a las regiones de Siria y Cilicia. Pero en Judea las iglesias de Cristo no me conocían personalmente. Sólo habían oído decir: El que antes nos perseguía ahora predica la fe que procuraba destruir. Y por causa mía glorificaban a Dios. Catorce años después subí de nuevo a Jerusalén...” Gálatas 1:15-2:2

Ora:
Señor, sé que cuánto más largo sea mi arco, más grande será mi círculo. Que así sea Oh Señor, que así sea, en el nombre de Jesús. Amén.

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