Monday, January 10, 2011

Jan | 10 | Signos de enternecimiento

Palabra para meditar –LAMENTO

Génesis 28:8-9
“Entonces Esaú se dio cuenta de la antipatía de su padre por las cananeas. Por eso, aunque ya tenía otras esposas cananeas, Esaú fue hasta donde vivía Ismael hijo de Abraham y se casó con su hija Majalat, que era hermana de Nebayot.”

Signos de enternecimiento

Me gusta Esaú. De hecho, me gusta más él, que Jacob. El problema es que Dios amaba más a Jacob. Mucho, mucho más. Francamente, yo no lo entiendo, pero bueno, no se supone que yo lo entienda. Dios es Dios y yo no lo soy. Dejemos que los hechos hablen por sí solos: “No sólo eso. También sucedió que los hijos de Rebeca tuvieron un mismo padre, que fue nuestro antepasado Isaac. Sin embargo, antes de que los mellizos nacieran, o hicieran algo bueno o malo, y para confirmar el propósito de la elección divina, que no estaba basada en las obras sino en el llamado de Dios, se le dijo a ella: El mayor servirá al menor. Y así está escrito: Amé a Jacob, pero aborrecí a Esaú." Romanos 9:10-13

La simple lectura del versículo del Antiguo Testamento revela la manifestación de esta elección que fue llevada a cabo tanto de manera insensible como cruel. Tanto así que Esaú es, de muchas formas, simplemente dejado rascándose la cabeza y preguntándose a sí mismo: “¿Qué rayos está pasando?”

Ciertamente nuestro texto para hoy es sobre la manifestación de las divagaciones de Esaú al rascarse la cabeza. Me pregunto si Esaú se decía a sí mismo: “¿Cómo fue que llegué aquí? ¿Por qué mi padre me desprecia con sus acciones y por qué mi madre me odia en su corazón?” Su conclusión de estas reflexiones fue que sus dos esposas Cananeas habían hecho más mal que bien a las relaciones de su familia, en mayor medida de lo que él hubiera anticipado o más de lo que él se hubiera preocupado. O quizá él sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando se casó con ellas y qué daño causarían. Sí, quizá ahora, él estaba simplemente cosechando el rechazo y la discordia que con toda intención había sembrado.

De cualquier forma, la siguiente acción de Esaú, fue torpe en extremo, ¡sí que lo fue! Sin embargo, muestra un enternecimiento que es bienvenido y un cambio de corazón. Esaú, se casa nuevamente y, esta vez, ¡por amor! Lamentablemente no por amor a la mujer que desposa, sino por amor a sus padres cuya afirmación y afecto él obviamente deseaba tanto. Ahora, esta fue una acción muy equivocada y sin embargo, una que indicaba un enternecimiento del corazón y un profundo deseo de cambiar.

En el caos que es la humanidad y en las profundidades de la gracia, la bondad y la soberanía de Dios, busquemos el enternecimiento y el cambio en los corazones de la gente, aun en la más difícil y estresante de las situaciones. Recordemos que todo enternecimiento y cambio es para regocijarse y para crecer. Búsquenlo, busquen que se levante tal lamento para arrepentimiento, ¡pues el Señor mismo seguramente lo busca en nosotros!

Medita: “Les aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas van delante de ustedes hacia el reino de Dios. Porque Juan fue enviado a ustedes a señalarles el camino de la justicia, y no le creyeron, pero los recaudadores de impuestos y las prostitutas sí le creyeron. E incluso después de ver esto, ustedes no se arrepintieron para creerle.” Mateo 21:31b-32

Ora: Señor, dame a mí y a muchos otros la capacidad de lamentarnos. Luego, por favor guíanos a través de nuestro lamento a un valle donde nos enternezcamos y después llévanos las costas seguras del arrepentimiento. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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