Saturday, April 2, 2011

Apr | 02 | Los huesos del hombre elefante

Palabra para meditar – HUMILDAD

Gálatas 2:9-10
“En efecto, Jacobo, Pedro y Juan, que eran considerados columnas, al reconocer la gracia que yo había recibido, nos dieron la mano a Bernabé y a mí en señal de compañerismo, de modo que nosotros fuéramos a los gentiles y ellos a los judíos. Sólo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, y eso es precisamente lo que he venido haciendo con esmero.

Los huesos del hombre elefante

Alguna vez alguien dijo, hablando de Dios, que “El Dios visible está sentado en alguna nube, en algún lugar, viendo a la gente que quebranta Sus Diez Mandamientos y luego al morir, los echará a un infierno ¡donde arderán para siempre por haberlo hecho! Pero... ¡El te ama! Sí, El te ama y necesita tu dinero. ¡El siempre necesita dinero! El es todopoderoso y perfecto; El lo sabe todo y es el más sabio de todos los sabios, pero de alguna manera, ¡no sabe manejar el dinero! La religión recoge billones de dólares cada año y no pagan impuestos y aún así, siempre necesitan más.” Y esto también, lo he oído de mucha gente: “Todo eso no es más que basura”, y francamente, estoy de acuerdo.

No quiero hacer frente a las imprecisiones del contexto de la primer parte de esa afirmación, ya que simplemente señala los dos hechos más evidentes del siglo XX, siendo éstos, que el hombre posmoderno no conoce al Dios de la Biblia y que la mayoría de los Cristianos encuentran que la total revelación de Dios en la Biblia es difícil, tanto así que realmente no lo aman a El tampoco y prefieren la versión fácil presentada por predicadores mediocres, que predican un evangelio diluído y fácil, desde el seguramente nada puro púlpito de acrílico. No. Es realmente en la última parte de esa afirmación en donde me gustaría concentrarme esta noche; esa que dice que “Dios necesita dinero.”

La religión siempre ha sido una industria multi-millonaria, y aun cuando los líderes no se estén robando toda la ‘crema’, las iglesias modernas presentan a sus líderes con un presupuesto visionario, con las tres principales partidas reflejando los requisitos del Templo del Antiguo Testamento (en este orden por lo general): Fondos para el personal, fondos para el local y fondos para los programas. Las iglesias locales que se reunen en locales con personal pagado y programas para mantener a los feligreses ahí, siempre estarán pidiendo dinero. Entonces, ¿qué hacer? ¿qué es lo que usted tiene que hacer? Bueno, ¡pida! ¡Eso es lo que yo le digo que tiene que hacer! Hable de sus planes y obtenga los fondos, ¡pida!, pero por favor ¡deje de decir que es Dios el que necesita el dinero! ¡Eso es sólo basura!

He estado en muchas reuniones visionarias, reuniones para pedir fondos para construcción, reuniones de peticiones, reuniones de fin de año, y reuniones de principio de año, y todas al final se centran en el dinero... Francamente, amigos, debo decirles que el asunto más importante de la iglesia local, como lo son las misiones extranjeras y el dinero para ellas, nunca ha estado entre los tres primeros puntos. El dar a las misiones ahí está, por lo menos en apariencia, más o menos y sólo en algunas ocasiones, pero ¡hey! ustedes dirán que la caridad comienza en ‘casa’ y muchos de nosotros ya tenemos nuestras iglesias locales a las que estamos dando ¡y bastante!

Hoy regresé después de haber estado en el Hospital Royal London, lugar donde yacen los huesos del hombre elefante. Es como una luz situada en la zona oscura de Whitechapel, la cual se caracteriza por ser una zona donde hay una afluencia contínua de inmigrantes. A través de los años, ha visto pasar a Hugonotes Franceses, a Irlandeses, luego a inmigrantes Judíos y ahora a Musulmanes Bengalíes. De hecho, la Mezquita East London que puede albergar a 4000 personas sentadas, también se encuentra en esta área. No hay ninguna conexión a esto, pero aún Jack el Destripador realizaba sus sucios trabajos alrededor de esta área llena de prostíbulos y cerrada a escuchar el Evangelio. Yo estaba de visita con mi hermano, quien tiene un ministerio justo ahí, entre toda clase de enfermos, y era evidente que cada drogadicto del lugar, de esos que tienen las más tristes historias que contar, conocían a mi hermano y lo respetaban. Uno de sus muchos amigos era una anciana mujer Cristiana proveniente de Jamaica, quien armada solamente con una vieja mesa plegadiza donde ella ponía su muy usada Biblia, la cual había obtenido en un lugar de segunda, había estado predicando la Palabra por ya varios años a los Musulmanes. Le han tirado su mesa muchas veces y la han amenazado en más de una ocasión, y sin embargo, ella continúa, allí mismo, en las calles del Yashmacaddam de Londres. Bienvenido a Inglaterra.

Los únicos fondos que estos dos ministerios tienen, provienen de los dos únicos siervos de estos ministerios. No piden nada, sino dan tanta bondad y luz como pueden a estos dos difíciles y oscuros lugares de esta vieja ciudad. No estoy seguro que alguien pudiera pagarme lo suficiente ¡como para yo decidir hacer cualquiera de estos dos ministerios!, y aún así estos son más intrigantes que los mismos huesos del hombre elefante, quien todavía se encuentra en el Hospital Royal London, y quien, dicho sea de paso, por el gran tamaño de su cabeza, quebró su propia tráquea cuando se sumió en un sueño suicida a la edad de 28 años.

Mientras la iglesia continúe sirviéndose a sí misma, y al hacerlo esté constantemente hablando de dinero, dinero, dinero, en el nombre de Dios y de la ‘necesidad’ que tiene Dios, siempre estará expuesta a terribles críticas, como aquella contenida al principio de esta meditación. Mientras mi hermano y mi hermana negra quien es una guerrera y gente como ellos se atrevan a caminar por las calles de Whitechapel en una verdad sincera y sin pedir nada a cambio, tales críticas serán desconcertantes.

No tengo idea de los tiempos específicos, pero la grotesca ofrenda de la enferma cabeza de nuestra iglesia Laodiceana, atada por comprometer sus principios, ha sido finalmente echada sobre un destino de ruina. A menos que seamos reavivados, entonces creo que tenemos no más de 28 años antes de que nuestra tráquea aplastada exima toda forma de vida de los pulmones de nuestro mundo perdido.

Medita: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra” 2ª. Crónicas 7:14

Ora: Señor, perdónanos por actuar como Tus banqueros y por usar de esta manera Tu nombre en vano. Señor, oro por Tu pueblo, por todos aquellos que están haciendo lo que pueden donde pueden: Por favor alienta sus corazones y dales la suficiente fe y los suficientes recursos para poder llevar a cabo la tarea. Y ahora, Señor, ¿qué podemos decirte respecto a nuestra nación, sino que nuestros padres, nosotros mismos y nuestros niños hemos pecado contra tí? Vuelve tu rostro una vez más hacia nosotros. Envía el Espíritu Santo a toda esta tierra para que haga lo que Tú has dicho: Que nos convenza de pecado, de justicia y del juicio que vendrá y que nos revive una vez más, porque el peso de nuestra muy grande y arrogante cabeza casi ha terminado con nosotros. En el nombre de Jesús lo pido. Amén.


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