Friday, April 15, 2011

Apr | 15 | La pro-visión de la viña de Dios en lugares de provisiones inciertas

Palabra para meditar – BEBER

1  Timoteo 5:23
“No sigas bebiendo sólo agua; toma también un poco de vino a causa de tu mal de estómago y tus frecuentes enfermedades.” .

La pro-visión de la viña de Dios en lugares de provisiones inciertas

Sí. La palabra providencia viene de dos palabras Latinas: ‘Pro’ que significa “antes” y ‘Video’ que significa “ver”. Providencia significa entonces “Ver antes.”

Si vamos de viaje por asuntos de negocios, planeamos con anterioridad y tratamos de “ver antes” qué pudiera pasar; hacemos planes y nos preparamos para cualquier eventualidad, especialmente ¡la posibilidad de lo inesperado! Bueno, no en la misma manera sino de una manera mucho mayor, Dios también “ve antes.” Pudiéramos decir que “Dios planea lo que va a pasar y ha preparado para Sus amados hijos grandes provisiones, porque en Su caso, Dios planea para lo que sabe que va a pasar, y no para lo que sabe ¡que no pasará!” Sin embargo a veces me pregunto si Dios podrá contínuamente saber siempre todo desde antes, y si sí, ¿cómo planeamos para eso? Recuerdo que Jesús estaba asombrado y sorprendido ante la incredulidad de los Judíos ¡así como de la fé de un centurión gentil! De cualquier forma, sé que si Dios está maravillosamente “informado y satisfecho” o realmente molesto y decepcionado cuando experimenta el saber las cosas de antemano, aún así, como todo sabio Maestro, El provee todo para cada situación que Su familia pudiera enfrentar.

Ayer me reuní con uno de mis maestros. Estaba buscando que orara por mí por un dolor debilitante y crónico, y al hacerlo estaba expresando ese común pero casi nunca expresado conocimiento que todos tenemos: Que en relación con el dolor, había para mí tres áreas donde yo perdía mi sentido tanto de la presencia de Dios en mí ¡como la bondad de Dios hacia mí! Realmente me enfermé tanto, que ambas de estas dos preciosas cosas que experimentamos cuando estamos sanos, se convierten en una cosa irrelevante cuando estamos enfermos, porque si Su presencia y Su bondad no pueden sanar mi enfermedad, todo lo que quiero en estos tiempos oscuros es solamente que alguien consiga una pistola ¡y me saque de mi miseria!

Para mí, esas tres particulares instancias de enfermedades tipo ‘mátame ahora, por favor’, son mareos crónicos, la gripa que se sale de control y cualquier otro dolor crónico persistente o debilitante, como un dolor de muelas. Mi mentor me dió dos sabios puntos de vista, diciendo primero que “ El dolor más profundo que un hombre experimenta es el dolor por el que él está pasando en este momento, ya sea emocional, psicológico, espiritual o físico.” También me dio una palabra de ánimo de Samuel Rutherford quien dice: “Cuando estoy en la cava (pozo) de la aflicción, busco por los vinos más selectos del Señor.”

En la presencia de tales situaciones inciertas, me gustaría decirles esta noche, a todos, brevemente, de la provisión de Dios desde el pozo de la aflicción.

Puede parecer obvio, pero primero vamos a reconocer que existe un terrible dolor. Por ejemplo, en el programa televisivo “Barnham y Bailey” que es un tipo de show de circo disfrazado de documentales personales, ví recientemente a un hombre cuyo rostro estaba siendo consumido por un tumor gigantesco el cual envolvía sus rasgos sensuales, y con el tiempo, había absorbido los nutrientes destinados para el crecimiento normal de otras cosas dentro de sí, lo que le había impedido crecer dejándolo como un enano de estatura, al igual que con una joroba. El pobre hombre se veía como una vela derretida. No podría jamás decirle a esa persona: “Su terrible condición ha sido planeada, preparada y puesta en su vida por Dios.” Si usted puede hacerlo, ¡entonces vaya usted y dígaselo! Yo puedo, sin embargo, decirle a él con total claridad en las Escrituras que el Padre se interesa en su condición. Sí. Si nuestro punto de vista es que esa terrible condición es algo que está en nuestras vidas puesto ahí por la mano directa del buen Dios, entonces eso es, sin duda, un enigma lleno de nubosidad y dirán algunos, una muy oscura providencia, de hecho, incluso para el creyente. De seguro que tal punto de vista plantea todo un montón de otras preguntas, pero por esta noche, déjenme decirles solamente que hay dolores terribles presentes en nuestras vidas, pero que Dios siempre está atento a ellos. En todas estas stuaciones, Sus misericordias son nuevas cada mañana y están amontonadas y apiladas muy cerca, en botellas de un refrescante amor, esperando para que el hombre que sufre, tome de ellas.

Sé que algunos de ustedes se sentarán en las sillas de la clásica doctrina de la Soberanía de Dios. ¡Gloria a Dios! ¡Disfruten la vista y el pontificante juego de badminton en el que ustedes pueden participar cuando se está en una posición donde uno se encuentra muy saludable! Saludables hermanos, no les estoy hablando a ustedes esta noche. Estoy hablando a aquellos que están sufriendo bajo providencias oscuras; aquellos quienes buscan alivio y un escape. Para aquellos que sufren, yo les estoy hablando de la aplicación del amor y la medicina y del dulce Espíritu Santo como anestésico para el alma.

Natural, providencial o supernaturalmente, la sanidad vendrá a algunos de ustedes esta noche. Para muchos otros de ustedes, sin embargo, escondida detrás de la nube de providencias oscuras, hay una necesidad de llegar hasta las frías y húmedas paredes de su encierro doloroso, porque estoy convencido que un vino de socorro ha sido introducido en miles de botellas en medio de esos barriles empolvados de oscuridad, llevando en sus etiquetas los nombres de “Gracia Suficiente,” “Perfección en la Debilidad,” “Gloria a pesar de todo,” “Permaneció a mi lado,” “Nunca seré avergonzado,” “Hasta la muerte,” “Corona de Gloria,” “Hojas de Vida,” “Raíces fuertes,” “Amoroso cuidado,” “Vía de Escape,” e incluso “Por el bien de tu estómago”, ¡y muchos, muchos más! Sí. Yo creo que hay botellas de vino de apoyo, que a pesar de lo torcido de nuestros días bajo estas nubes negras que tocan la superficie de nuestras vidas trayendo gran dolor, serán destapadas, dejadas al aire por un momento y tomadas en agradecimiento, luego el vino danzará como una gacela en nuestra tibia lengua y nos daremos cuenta que estaban llenas de la fragante bondad de Dios, la cual es muy necesaria para nuestra presente y muy insatisfecha condición actual.

Los abstemios que se encuentran bajo las providencias oscuras sufren un poco, y tal vez sufren más allá de lo necesario. Recuerden que para esta noche, algunos de ustedes necesitan quitar el corcho a un par de botellas y comenzar a tomar.

Lamentablemente, hay muchos amigos queridos, que por cualquier razón están muy lejos de tomarlo, descorcharlo y beberlo y para estos tristes amigos, nosotros los más capaces deberemos de convertirnos en los camareros de Jesús hacia ellos. Porque existen comodidades que no se han probado, restauraciones que no se han experimentado y una calma y quietud que no se han sentido, porque todavía no han bebido del manantial protegido por los guardadores del vino ¡del Más Alto Dios!

Así que si tú te encuentras en la cava de la aflicción, busca los vinos más selectos del Señor ¡y mantén siempre un destapacorchos en tu bolsillo!

Medita: “Dales licor a los que están por morir, y vino a los amargados.” Proverbios 31:6

Ora: Señor, dános un destapacorchos, una boca abierta y sorbos de agradecimiento. Déjame probar de Tu bondad en todos mis tiempos de aflicción. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.


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