Tuesday, April 19, 2011

Apr | 19 | El pequeño abogado orador y el enemigo del estado

Palabra para meditar – FIRME

Hechos 24:1-9
“Cinco días después, el sumo sacerdote Ananías bajó a Cesarea con algunos de los ancianos y un abogado llamado Tértulo, para presentar ante el gobernador las acusaciones contra Pablo. Cuando se hizo comparecer al acusado, Tértulo expuso su caso ante Félix, ‘Excelentísimo Félix, bajo tu mandato hemos disfrutado de un largo período de paz, y gracias a la previsión tuya se han llevado a cabo reformas en pro de esta nación. En todas partes y en toda ocasión reconocemos esto con profunda gratitud. Pero a fin de no importunarte más, te ruego que, con la bondad que te caracteriza, nos escuches brevemente. Hemos descubierto que este hombre es una plaga y que por todas partes anda provocando disturbios entre los judíos. Es cabecilla de la secta de los nazarenos. Incluso trató de profanar el templo; por eso lo prendimos. Tú mismo, al interrogarlo, podrás cerciorarte de la verdad de todas las acusaciones que presentamos contra él.’ Los judíos corroboraron la acusación, afirmando que todo esto era cierto.”

El pequeño abogado orador y el enemigo del estado


¡Seguro que Tértulo el fiscal, ese pequeño orador de Latín, con cabeza de tortuga italiana, estaba asociado con sus clientes los Judíos y seguramente se ganó su salario ese día! ¡Me pregunto cuánto le estarían pagando! El hizo esto presentando un muy simple y fuerte caso contra el Apóstol Pablo con el uso de una inteligente manipulación de medias-verdades. Al hacerlo estaba perpetrando un delito de injusticia, invocando plausibles pero falsos alegatos en los, en un principio, desinteresados oídos de Félix. Pero luego, con la afirmación de la algarabía por parte de la multitud que había sido comprada, Tértulo adornó su pequeño pastel de falsas acusaciones, tratando de aliarse con el Gobernador mismo para que se hiciera cómplice de su retorcido y muy bien elaborado cuentito de hadas.

Sí, Tértulo un asesino a sueldo, un abogado contratado por alguna fuerza profesional, destilando baba suficiente como para que un lobo marino grande se deslizara por una vieja, fría y adoquinada avenida, tocó a Festo con el simple pero my agudo tridente de la adulación, argumentación y afirmación, sobretodo de la sensibilidad patriota del Gobernador, porque cualquiera que examinara los argumentos tanto de Tértulo como del acusado, se haría a sí mismo un insensible traidor si continuaba permitiendo que Pablo, un archienemigo del estado Romano, continuara provocando una desobediencia civil en la cara del mismísimo César. Sí, el viejo Tértulo se ganó su salario de ese día, ¡eso es seguro!

Curiosamente, Tértulo es el diminutivo de la palabra Latina “tetius”, que significa tercero. Me pregunto si él fué el tercer niño...el más jóven, y tal vez, el consentido de mamá, ¿el pequeño enano que jugaba con la basura? Algunos comentaristas han dicho que fue el humor Judío lo que lo llevó a llamarse a sí mismo Tértulo, porque su nombre era realmente Ter-Tullius, que en el Griego significa tres veces mentiroso, tres veces un contador de historias e incluso, tres veces tramposo. Es una interesante conjetura de seguro, pero ¡quién sabe realmente porqué! ¡Salvo que todos estemos de acuerdo en que Tértulo es un gran nombre para un abogado!

Ahora, sabemos que los enemigos de la luz utilizaban todos los medios posibles para detener la propagación de esa luz. Félix no sabía casi nada de la llamada “Secta de los Nazarenos”, pero sí estaba familiarizado con “el camino” ¡y esto llamó su atención! Aún así, Félix era de ese tipo de personas que, a pesar de que fue advertido y extrañamente acariciado por el fuego de la santidad de Dios, nunca se acercó a la zarza ardiente que Dios había encendido en su corazón. Este tipo de personas, les aseguro, son de las más peligrosas. Aunque no lo manifiestan abiertamente, este tipo de personas son tipos que te hacen perder el tiempo, asustadizos, indecisos, temerosos del fuego, y que, aún conociendo en qué van a terminar, no se arrepienten, sino que toman ventaja de los santos, quitando lo que pueden de ellos, y al mismo tiempo manteniéndose cerca, por si acaso.

No tengo pruebas, pero sin lugar a dudas, Félix detiene al apóstol Pablo y después de dos años de uso y abuso, el obeso Festo promueve a Félix y lo pone como Gobernador y mantiene al apóstol Pablo encarcelado por causa de los Judíos.

Me pregunto si en esos dos años de espera, Pablo o sus amigos debieran haber hecho lo que siempre se hacía en esos casos: Sobornar a Félix ¿y así asegurar su liberación? Yo creo que deberían haberlo hecho, salvo por dos puntos muy importantes: Primero, ¡Pablo sabía lo que le esperaba! El Espíritu Santo ya le había dicho a Pablo que en cada lugar, aún tal vez en ese penúltimo lugar de Roma, le esperaban cadenas y tribulaciones (Hechos 20:23). Segundo, el Señor Jesús le había dicho que se animara porque iba a ir a Roma a testificar de Él!

Anímense, porque el conocimiento de la voluntad de Dios nos mantendrá en el camino correcto, nos mantendrá en El Camino, ¡aún cuando aparentemente haya otra salida! De hecho aun los pequeños abogados oradores allanarán, sin darnos cuenta, el camino delante de nosotros.
El Camino no es sencillo, ¡pero es el correcto y es el mejor! ¿Te das cuenta ahora?

Medita: “A la noche siguiente el Señor se apareció a Pablo, y le dijo, ‘¡Ánimo! Así como has dado testimonio de mí en Jerusalén, es necesario que lo des también en Roma.’” Hechos 23:11

Ora: Señor mi Dios, háblame, aun si desde mi perspectiva lo que me digas no me parezca que sea la mejor de las noticias. Amén.

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