Wednesday, April 20, 2011

Apr | 20 | ¡La carne es asesinato! y otras locas hipérboles

Palabra para meditar – BALANCE

1 Corintios 8:13
“Por lo tanto, si mi comida ocasiona la caída de mi hermano, no comeré carne jamás, para no hacerlo caer en pecado.”

¡La carne es asesinato! y otras locas hipérboles

Una hipérbole es una declaración exagerada; una declaración usada para evocar emociones fuertes y también para dejar una impresión fuerte. Como forma de hablar, no tiene que, necesariamente, ser tomada literalmente, sino que el exagerado extremo de la declaración está ahí para de repente, marcarnos un alto en nuestros caminos y hacernos considerar lo que yace debajo, más dentro y más profundo y en una forma mucho más personal, que lo que lo podría hacer sin la introducción con la hipérbole. Soy de la opinión de que en el texto de esta noche, este resúmen de 1ª Corintios, capítulo 8, un sólo versículo, ¡es de hecho una declaración Paulina de proporciones hiperbólicas!

Mi hija es actualmente una vegana. Cocinar para ella, salir a comer con ella, tiene sus retos. No es una vegana desagradable, pero consciente, deliberada y decidida. Yo soy un omnívoro y mataría para comer si fuera necesario. A pesar de las declaraciones de Morrissey, matar para comer no es matar sin razón y no es asesinato. Sin embargo, debo admitir que la muerte de animales en una escala tan vasta y ahora tan industrializada, es una muerte sin honor, una muerte sin respeto y por consecuencia una muerte sin gratitud. Pero aún así, no es asesinato. Cuando los Cristianos eligen ser vegetarianos y aun veganos, ha sido mi experiencia que esa decision no proviene de una conciencia débil, sino de una decisión firme y bien fundamentada. De hecho, en ella, era una decisión que exigía un cambio muy radical en su estilo de vida y francamente es una decisión que muestra una fortaleza y una determinación muy por encima de mis propias tendencias omnívoras. ¡Mis respetos! ¿Se dan cuenta? Hay una gran diferencia entre la fuerza de la decisión bien informada y una conciencia débil. 1ª Corintios capítulo 8, no habla principalmente acerca de la fuerza, sino acerca de las “conciencias débiles” que residen en los hermanos débiles.

Ahora, tomando el capítulo 8, versículo 13 en particular fuera del contexto de todo el tenor de la Escritura es muy peligroso y ha dado lugar a muchos problemas. Después de todo, Hechos 15:20 da un mandato claro del concilio de Jerusalén de abstenerse de carne ofrecida a los ídolos, mientras que en Romanos 14:1-3 ¡parece resaltar nuevamente la aparente débil fe de un vegetariano! Sin embargo, si permitimos a estos textos en particular, ser juzgados por el resto de la Escritura, nos daremos cuenta entonces, que aunque aparentemente hay una contradicción, en realidad no la hay. Así, en la misma manera necesitamos toda la Escritura para entender este versículo en particular de 1ª Corintios 8:13.

Parecería que en Corinto había de esas gentes “sabiondas” por así decirlo, cuya conciencia les permitía no sólo comer carne, sino también comer carne ofrecida a los ídolos, y no sólo eso, ¡sino comer carne ofrecida a los ídolos en el restaurante del templo pagano local y venderla! ¡Ni aún si era en Domingo, con papas asadas y una buen pastel de postre lo tomaría! Otros Cristianos, y este pasaje se refiere únicamente a otros Cristianos y sus conciencias, otros Cristianos que no sabían, viendo a esos liberados Cristianos comer la carne, libres de toda conciencia condenatoria, participando de esta abominación, se vieron gravemente ofendidos, o mejor dicho, estaban tan horrorizados que escribieron cartas a Pablo y las firmaron: “Atentamente, los ‘Indignados de Tunbridge Wells!”

Ahora, como si este “problema de la iglesia” no fuera suficiente, algunos de aquellos con estas conciencias débiles habían tratado de seguir los pasos de aquellos liberales que comían carne en los templos, y al hacerlo, ¡habían tropezado! “Tal débil conciencia tambaleante” dice Pablo “les lleva a perecer (daño físico e incluso la muerte) y los perpetradores de tal muerte (una conciencia atrapada en forma vergonzosa), ¡están pecando de la misma manera! Así que, ¡basta!
Ahora, aquí tenemos algo que las conciencias débiles deben recordar: “Hacer cosas que realizan hermanos que tienen conciencias más fuertes, no te fortalecerá a tí, sino que te llevará a tambalearte y a perecer. En otras palabras, la acción en contra de la conciencia, no fortalece a la conciencia, ¡sino que la lleva a tambalearse y eventualmente a perecer!” Hermanos, la única cosa que fortalece la conciencia es la instrucción, pero la instrucción que trae revelación hasta una plena y personal iluminación. Es la luz la que fortalece la conciencia, no la acción que corre contraria a lo que dicta la conciencia.

Ahora, aquí hay cinco cosas para cuando el amigo que tiene una conciencia fuerte, yerra y hace a otros caer y perecer. Sí, hay cinco cosas que tú, pagano, idólatra, comedor de Cristianos que se paran afuera del restaurant del templo, debes hacer frente a todo el correo de indignados de Tunbridge Wells! Primero, puedes simplemente dejar de ir al restaurant del templo a comer carne. Segundo, ¡puedes ir cuando los de débil conciencia no están ahí! Tercero, puedes poner un negocio y abrir tu propio restaurant de carne con opciones adicionales para vegetarianos, veganos y frutarianos. Cuarta y muy importante, mansa y humildemente, puedes instruir a los Cristianos de conciencia débil con las Escrituras, para que ellos también puedan ser iluminados y liberados. Y por último, puedes y debes, ¡simplemente amar a los débiles! y si me permites decirte que, al amar a los Cristianos de conciencia débil, ¡tú harás de seguro, las primeras tres opciones! Sin embargo debes participar en la cuarta opción, sobre la instrucción de la luz. Esto es vital para la salud de todo el cuerpo.

Si fallamos en esta “instrucción en las cosas de la luz”, entonces el mandato loco de la hipérbole de Pablo dará lugar a una multitud de tontas conclusiones. ¡Dios mío! Si tuviéramos que, sin la instrucción en las cosas de la luz, nunca comer carne otra vez, estaríamos haciendo mucho menos también, de un montón de otras cosas. Porque si necesito satisfacer la conciencia débil y sin instrucción de otros Cristianos, no podré, nunca más, volver a beber vino otra vez, ni usar algo de piel otra vez, ni ver televisión, nunca otra vez; no podré ir al cine jamás, ni escuchar música rock; no podré leer nunca ciertos libros, ni tampoco usar jeans; tampoco podré dejarme crecer la barba, ni las mujeres podrán usar maquillaje; no podré ir a comer en Domingo, ni tampoco podré ir a fiestas; no podré decir bromas, ni leer ninguna otra versión de la Biblia que no sea la Reina Valera; nunca podré orar en lenguas, o ir a la playa; tampoco podré nadar en lugares públicos, ni descubrir mis brazos; las mujeres no podrán usar faldas arriba de las rodillas y yo no podré profetizar, ni poner en práctica algunos de mis dones, nunca...y ¡Santo Dios!, ¡la lista sigue y sigue! Estoy seguro que la mera sugerencia de algunos de esos ‘nuncas’ ha de haber provocado en unos una fuerte afirmación de lo que ya creían, ¡pero tal vez en otros una repulsión a todo! Sí. El “vivir” las reglas en cuanto a la libertad Escritural, sin la debida instrucción en las cosas de la luz, resultará en una extravagancia sin sentido, ¡en todos los sentidos! Usted puede darse cuenta, así que recuerde eso.

Finalmente, permítanme decir que, a menos que sea en forma hipócrita, al mundo no le interesa un comino lo que la iglesia haga. 1ª Corintios 8 se refiere a otros Cristianos. Sin embargo, recordemos que la libertad no es para hacer cosas insensatas, porque la fortaleza se tornará muy rápidamente en debilidad si empezamos a justificarnos diciendo que andamos en las cosas de las tinieblas, porque tenemos libertad. Eso mis amigos, sería un grave error sin duda!

Medita: “Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor. En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: Ama a tu prójimo como a tí mismo. Pero si siguen mordiéndose y devorándose, tengan cuidado, no sea que acaben por destruirse unos a otros.” Gálatas 5:13-15 .

Ora: Señor, enséñame a amar sabiamente. Dame también la sabiduría para, en mi libertad, evitar todas las obras de las tinieblas. Ayúdame también a siempre rescatar a los perdidos y a no permitir que mi libertad se torne en insensatez y termine en mi caída. En el nombre de Jesús te lo pido. Amén.


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