Saturday, May 14, 2011

May | 14 | Eretz-Yisrael

Palabra para meditar – PAZ

Deuteronomio 1:6-8
“Cuando estábamos en Horeb, el Señor nuestro Dios nos ordenó, ‘Ustedes han permanecido ya demasiado tiempo en este monte. Pónganse en marcha y diríjanse a la región montañosa de los amorreos y a todas las zonas vecinas: el Arabá, las montañas, las llanuras occidentales, el Néguev y la costa, hasta la tierra de los cananeos, el Líbano y el gran río, el Éufrates. Yo les he entregado esta tierra; ¡adelante, tomen posesión de ella!’ El Señor juró que se la daría a los antepasados de ustedes, es decir, a Abraham, Isaac y Jacob, y a sus descendientes.”

Eretz-Yisrael

Fue a medianoche un día como hoy en el año de 1948 que la Tierra de Israel se convirtió oficialmente en nación. Feliz cumpleaños, Israel, y que el Todopoderoso te proteja y te haga prosperar, y que también el mundo entero, en particular los vecinos árabes, mantengan la Diáspora Palestina. Esta es una bendición sencilla y también una oración sencilla... ¡Ah! Pero esa oración producirá de edificios destruidos, de heridas abiertas y corazones rotos, de ceños fruncidos y puños apretados, milagros contínuos, magníficos en magnitud, en medio de las fieras disputas en torno al cáliz de aturdimiento.

El punto central de este contínuo cáliz de aturdimiento es por supuesto Jerusalén, la ciudad más disputada en la faz de la tierra; y por supuesto que todos oramos por la paz en Jerusalén, mientras que otros continúan peleando por un área de Jerusalén. Para que no sea malentendido, permítanme decir de una vez mis queridos amigos que, como cristiano, esta noche estoy con Israel.

Nosotros los cristianos, somos gente del eterno Libro de los libros. De él sabemos que nuestro hogar está arriba y que nuestra ciudad capital, la Nueva Jerusalén es la madre de todos nosotros. También sabemos, no obstante, que Dios entregó estos bienes inmuebles terrenales, este Eretz-Yisrael, al pueblo judío. Si nosotros los cristianos negamos esto, entonces también debemos negar el resto de lo que hay en el grandioso y eterno Libro de los libros. ¡Por supuesto que no podemos! Así que al leer el eterno Libro de los libros, me parece a mí que el Todopoderoso todavía tiene negocios que atender con los judíos. Entonces como cristiano, hoy estoy con Israel. Sí, mientras escribo esta noche, el aumento no tan sutil del antisemitismo sigue manifestándose en la propiedad política de los medios populares, y rechaza a todos los que apoyan la Nación-Estado de Israel. Así que permítanme ser muy claro, que como cristiano, esta noche estoy con Israel.

Ahora bien, apoyar a alguien no significa apoyo ciego a las acciones que puedan ser perjudiciales para ellos mismos o para otras personas, sino más bien, y en particular con Israel, significa recordarles el propósito de poseer ese lugar bueno y bendecido, significativo y misericordioso al que el Todopoderoso los ha llevado una vez más. Por ejemplo, la declaración de independencia de Israel en 1948 dice muchas cosas maravillosas, y especialmente que “el Estado de Israel estará abierto para la inmigración judía y para la reunificación allí mismo de todos los exiliados; promoverá el desarrollo del país para el beneficio de todos sus habitantes; se fundamentará en la libertad, la justicia y la paz tal como fue predicho por los profetas de Israel; garantizará la completa igualdad de los derechos sociales y políticos para todos los habitantes, sin distinción de religión, raza o sexo; garantizará la libertad religiosa, de conciencia, lenguaje, educación y cultura; salvaguardará los lugares santos de todas las religiones; y será fiel a los principios de la carta de las Naciones Unidas”. Como cristiano, en esta noche estoy con la Nación-Estado de Israel en lo que respecta a esta declaración, y le recuerdo el poder y atractivo que hay en ella.
Es mi oración que Israel se vuelva a su Mesías, a mi Salvador Jesús, el Rey de reyes y Señor de señores, el Príncipe de paz. Él es su única esperanza, Él es nuestra única esperanza. En esta oración y en esta esperanza, como cristiano, en esta noche estoy con Israel.

Aparte de nuestras declaraciones nacionales y personales (sean ellas siempre hermosas), el eterno Libro de los libros nos habla de las declaraciones de Dios y del gran enemigo de nuestras almas. Desafortunadamente, a partir de esta espantosa historia pareciera que los tiempos difíciles, incluso los tiempos más difíciles, están todavía por venir. Como cristiano, en esta noche estoy con Israel en todos los problemas que pudieran llegarle, creyendo que sus habitantes se volverán a Jesús.

Finalmente, puedo decir que el nuevo Israel, ni geográficamente ni en ninguna otra forma puede hacer más que construir sobre el pasado. Muchos de ustedes los que están leyendo esto esta noche, han nacido de nuevo en el Espíritu de Dios, sus pecados han sido perdonados y ¡han sido liberados de su pasado! De esta manera tienen una tierra mejor y un futuro mucho, mucho mejor que el del Israel de antaño, incluso que el de ese Israel de nacimiento más reciente. De hecho, el futuro es esa tierra de Beula a la que te puedes trasladar ¡y sobre la que puedes empezar a construir ahora mismo! Negro o blanco, hombre o mujer, judío o gentil, antiguo hindú, escocés o musulmán, eres mi hermano y mi hermana, y pertenecemos a la Jerusalén de arriba que es libre y madre de todos nosotros. Como cristiano, hoy estoy contigo en el nombre de Jesús, y es en el nombre de Jesús que te invito a que construyamos sobre nuestro futuro porque, a diferencia de Eretz-Yisrael, ¡no tenemos más necesidad de construir sobre nuestro pasado!

Medita: “Yo me alegré con los que me decían, ‘A la casa del Señor iremos.’ ¡Jerusalén, ya nuestros pies se han plantado ante tus portones! ¡Jerusalén, ciudad edificada para que en ella todos se congreguen! A ella suben las tribus, las tribus del Señor, para alabar su nombre conforme a la ordenanza que recibió Israel. Allí están los tribunales de justicia, los tribunales de la dinastía de David. Pidamos por la paz de Jerusalén: Que vivan en paz los que te aman. Que haya paz dentro de tus murallas, seguridad en tus palacios. Y ahora, por mis hermanos y amigos te digo:¡Deseo que tengas paz! Por amor a la casa del Señor nuestro Dios procuraré tu bienestar.” Salmos 122

Ora:¡Oh ven!, ¡Oh ven, Emanuel!
Libera al cautivo de Israel
Que sufre desterrado aquí,
Y espera al hijo de David.

¡Cantad! ¡Cantad!
Pues vuestro Emanuel
Vendrá a ti muy pronto, Israel

Oh ven, Oh ven glorioso Rey de Sión
Ven trae tu trono a cada corazón,
Disipa toda la oscuridad
Y enséñanos tu Santa Voluntad.

¡Cantad! ¡Cantad!
Pues vuestro Emanuel
Vendrá a ti muy pronto, Israel

¡Oh ven, Tú, Vara de Isaí!
Redime al pueblo infeliz
Del poderío infernal
Y danos vida celestial.

¡Cantad! ¡Cantad!
Pues vuestro Emanuel
Vendrá a ti muy pronto, Israel

¡Oh ven, Tú, Aurora celestial!
Alúmbranos con tu verdad,
Disipa toda oscuridad,
Y danos días de solaz.

¡Cantad! ¡Cantad!
Pues vuestro Emanuel
Vendrá a ti muy pronto, Israel

¡Oh ven, Tú, Llave de David!
Abre el celeste hogar feliz;
Haz que lleguemos bien allá,
Y cierra el paso a la maldad.

¡Cantad! ¡Cantad!
Pues vuestro Emanuel
Vendrá a ti muy pronto, Israel


 

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