Tuesday, August 2, 2011

Aug | 02 | Sobre los genitales y el género, ¡o la falta de ellos!

Palabra para meditar – PREPARAR

Mateo 19:8-12
“Moisés les permitió divorciarse de su esposa por lo obstinados que son —respondió Jesús—. Pero no fue así desde el principio. Les digo que, excepto en caso de infidelidad conyugal, el que se divorcia de su esposa, y se casa con otra, comete adulterio. —Si tal es la situación entre esposo y esposa —comentaron los discípulos—, es mejor no casarse. —No todos pueden comprender este asunto —respondió Jesús—, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido entenderlo. Pues algunos son eunucos porque nacieron así; a otros los hicieron así los hombres; y otros se han hecho así por causa del reino de los cielos. El que pueda aceptar esto, que lo acepte.”

Sobre los genitales y el género, ¡o la falta de ellos!

En mi última meditación sobre sexualidad, quiero decir otra vez en esta noche que estos versículos sobre los eunucos no hablan directamente sobre asuntos de transexualidad, sino que más bien hablan directamente del celibato sexual, como don y como práctica. Permítanme explicar.

En nuestro versículo bíblico para esta noche, la respuesta de los ‘varoniles’ discípulos ante las instrucciones de Jesús que hacen referencia al matrimonio y a sus exigencias y dificultades, es una del estilo, “¡Cielo santo!¡Es mejor no tocar ese tema!”. Jesús les responde de inmediato subrayando las grandes dificultades que conlleva una afirmación tan temerosa y negativa. “A menos que hayan recibido el don del celibato”, dice, “jamás podrán permanecer sin casarse”. En otras palabras, en todos nosotros habita un impulso fundamental hacia la unión física. Ahora, como el sexo fuera del matrimonio no fue algo que Jesús siquiera contemplara, pues entonces de lo que está hablando aquí, es del impulso sexual oportuno tal como se manifiesta dentro del matrimonio. En efecto, JESÚS sigue diciendo: “No pueden renunciar al sexo a menos que se les haya concedido el don de continencia, y que ustedes lo hayan aceptado como tal”. Jesús resalta el celibato en este versículo al describir tres clases de eunucos, es decir, las tres clases de hombres que no tienen testículos, y que en términos de procreación no tienen capacidad real para el acto sexual dentro del matrimonio, que es en realidad de lo que Él está hablando.

“Pues algunos son eunucos porque nacieron así, y...”

Jesús reconoce que hay algunos que son naturales; y por favor tengan en cuenta que utilizo la palabra ‘natural’ con cierta reticencia. Aun así, creo que Jesús se está refiriendo aquí principalmente a una ausencia de genitales masculinos, involuntaria pero natural y literal. ¡Esto sucede! Y parece que Jesús ve esto como una oportunidad para que esta gente acoja mejor la vida enfocada en el Reino. No creo que Jesús se esté refiriendo a aquellas personas que nacen intersexuadas o andrógenas. A ello me referiré luego.

“a otros los hicieron así los hombres,…”

Jesús reconoce que hay eunucos artificiales. Esto consiste en la remoción involuntaria de los genitales masculinos, de modo que la persona en estas condiciones pueda servir mejor a los que se los quitaron. Porque sin testosterona iban a tener menos fuerza para rebelarse, y como no tendrían hijos, entonces las posibilidades de venganzas sangrientas en el futuro serían pocas, y con certeza nulas en lo referente a implantar su semilla en las mujeres que dejaban bajo su cargo. Jesús reconoció la existencia de este tipo de personas. Eran un pueblo sin elección sexual. Su condición había sido impuesta. Aun así, de nuevo Jesús parece ver esto como una oportunidad para que acojan mejor la vida enfocada en el Reino.

“; y otros se han hecho así por causa del reino de los cielos.”

Jesús reconoce que hay eunucos por elección. Con certeza, la elección a la que Jesús hace referencia en este punto no lleva a una desviación transexual. ¡No! Esta elección no debe conducir a la mutilación, porque no hacía referencia a una castración literal sino a una figurada; aunque reconozco que Orígenes y muchos otros en la Iglesia primitiva hicieron una interpretación literal que condujo posteriormente a una elección errada, que los llevó a mutilarse sus miembros viriles y todas sus pasiones subyacentes, con el fin de poder vivir lo que consideraban era una vida más santa y pura. A propósito, Orígenes se arrepintió luego de haber hecho esta elección temprana y fanática de perder su miembro. No... Esta elección de la que Jesús habla en esta parte del versículo, es una elección figurada, y no es una elección arraigada en los impulsos de la confusión de género, de la manipulación cultural ni de la fuga de los impulsos sexuales buenos o malos. No... es una elección firme (aunque no para mí, porque yo no puedo aceptarla) de dejar a un lado las pasiones de la procreación y la recreación, por el Reino de Dios. Es decir, abandonar las muchas energías, pasiones y tiempo personal, que se disfrutan con las relaciones personales, para luego reenfocar toda esa energía, tiempo y pasión redimidos, dándoles un buen uso para el Reino, viéndolos florecer en términos de una relación más estrecha con Dios, en términos de la concepción y la creación de sueños para el Reino, personas para el Reino, procesos para el Reino, procedimientos para el Reino y productos de todo tipo, ¡para el Reino!

“El que pueda aceptar esto, que lo acepte”.

Como dije, yo personalmente no puedo aceptarlo. No obstante, conozco a otros que sí pueden, aunque no muchos, con seguridad. El apóstol Pablo recibió el don del celibato. Ahora escuchen, porque en muchas ocasiones, estar solteros y esperar a estar casados ¡es como vivir la vida del eunuco! En este caso, no es tanto una elección sino una necesidad. Sin embargo, es sólo por un período de tiempo, hasta que felizmente se produce el matrimonio. Sin el don del celibato, este tipo de soltería expectante puede convertirse en una pesadilla, a menos que durante ese tiempo de espera y de deseo por llegar al matrimonio, se busque el Reino de Dios con todo fervor.

No siendo capaz de aceptar ser un eunuco, también soy muy afortunado de que no se me haya impuesto este desafío de una “castración” en términos de las acciones físicas egoístas y sucias de otros, o en términos del desarrollo de esta manifestación particular de muerte sexual a través de uno de los derivados de la presencia del pecado original. No... ¡Tengo muchos otros desafíos castrantes contra los cuales luchar! Ni tampoco he tenido que aceptar el daño que hayan podido imponerme los efectos secundarios de diversas medicinas que originalmente se pensaban buenas. Me refiero aquí principalmente a los efectos del Dietilestilbestrol, aunque no solamente. Sí, en realidad necesitamos reconocer la presencia de muchas personas en nuestro mundo, cuya “situación” humana ha sido afectada tanto por el uso de medicamentos como por el desarrollo del pecado original. En estos casos, con seguridad, la tecnología médica puede ayudar a la asignación del género, o incluso a la re-asignación del género, pero jamás puede justificar el pecado ni la continuación de una vida en pecado. Ahora que en las iglesias locales están apareciendo cada vez más este tipo de personas, cada caso de humanidad imperfecta debe ser juzgado por los líderes de la iglesia local, en gracia, en verdad, en claridad y con la prudencia de un gato con grandes garras que camina por un campo minado sobrepoblado.

Desafortunadamente, aún existen tres cosas frente a las cuales la iglesia no puede darse el lujo de bajar la guardia:

La primera, que también existe un plan demoníaco constante para destruir la imagen de Dios. Recuerden: “Varón y hembra los creó.” Sí, el intento por destruir esta diferenciación bíblica de género, a través de la adición de otro género consistente en la mezcla de hombre y mujer, se manifiesta tanto en los terribles efectos secundarios de ciertos medicamentos como el dietilestilbestrol, como en las actuales acciones políticas y legales en contra de la iglesia. Entonces debemos, de la manera más gentil pero con toda claridad y fortaleza, estar preparados para pelear en este campo de cebada bíblico, que tiene que ver con el género.

La segunda, que hay personas ambiciosas de dinero y “disfrazadas” de transexuales y homosexuales que, con la esperanza de ganarse una buena suma rápidamente, entablan demandas legales contra personas que se mantienen firmes en el campo de cebada del género bíblico. Cuando esto suceda, tengan la plena seguridad de que no se trata de un asunto de género o de transexualidad: es un caso de avaricia, un caso de robo que por lo tanto debe tratarse como tal.

La tercera, que es necesario establecer lineamientos y prácticas constitucionales para las iglesias locales, que sean redentoras en sus orígenes y en sus frutos, y que orienten así a los organismos locales de las iglesias a la hora de enfrentarse a semejantes asuntos tan crecientes y desafiantes.

Actualmente nos levantamos en medio de días desafiantes, y recostamos nuestras cabezas en noches desafiantes. Caminemos con sabiduría. Eso significa caminar al estilo bíblico; eso significa caminar en gracia y verdad, y en fortaleza y valor.

Medita: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria. Amén.” Mateo 6:11-13

Ora: Señor, esta vida célibe definitivamente no es un don para mí. Aunque no puedo aceptarla, en esta noche te pido por aquellos que han aceptado este extraño don. Fortalécelos, oh Señor, y llena en ellos todo lo que haga falta; que a falta de procreación tengan paz y prosperidad; que por sus esfuerzos, tu Reino venga prontamente. Te lo pedimos en nombre de Jesús. Amén.


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