Thursday, August 4, 2011

Aug | 04 | De calcetines y sudor

Palabra para meditar – PURIFICAR

Juan 13:7
“Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, respondió Jesús, pero lo entenderás más tarde.” NVI

De calcetines y sudor

En Europa, son por supuesto los finlandeses los que siguen arrasando a sus competidores en lo que se refiere a su capacidad para “sentarse en el baño sauna” por más tiempo… Los finlandeses siempre obtienen los tres primeros lugares en el campeonato anual mundial de sauna, enfrentando temperaturas de 110°C y más. Finlandia es un país muy frío, y las oleadas de frío invernal que tienen, aumentan el uso del baño sauna a tal punto que toda la nación tiene que racionar sus reservas de energía. Déjenme decirles que ¡eso es demasiado frío para mí!

Hace muchos años, después de realizar un pequeño estudio sobre los Indios Yurok de Norteamérica, quedé fascinado con el uso y las implicaciones espirituales de las cabañas de sudación de roca caliente usadas colectivamente por los hombres. Aunque suena como un aviso digno del San Francisco Herald, no hay nada sórdido ni impropio aquí. No… Aparte de que los hombres sencillamente se reunieran para disfrutar de una buena charla, el uso principal que se le daba a la cabaña de sudación era el de purificar la piel y purgar el cuerpo de las impurezas. Hace unas cuantas semanas me senté en un baño sauna con un tipo que había estado fuera de la ciudad durante el fin de semana, que me aseguraba que “aún podía sentir el alcohol” en el sudor que le salía por los poros. ¡Funciona!

Ahora, hablando de los Yurok y de otros Indios norteamericanos, obviamente esta acción física de sudoración comunitaria, de terapia del sudor en grupo, se convirtió para ellos en un acto metafísico al igual que físico, en el sentido en que sentían que también se estaban purificando de los males de su pecado y de los pecados de los otros, los cuales habían mancillado su alma; y que en consecuencia, también purificaban su espíritu de todas las impurezas acumuladas y de las repercusiones de un camino espiritual equivocado.

Entonces, no hay nada mejor para desahogarse, para alcanzar sabiduría y enseñanzas, e incluso para hacer que tú y que la comunidad se sientan un poco mejor… sí, no hay nada mejor que hablar todas las cosas en un ambiente comunitario caliente, en un ambiente similar al de un vientre, de fuego y agua, de luz y oscuridad, de pieles de animales, plantas, tierra y rocas antiguas. Sí, esto puede representar una buena base natural para aliviar el alma y descargar el equipaje. Sí, ¡estoy listo para eso! Al final, es todo psicología, es todo una buena psicoterapia, y muchísimo más barata de lo que le pagarías a un profesional, eso es seguro.

Hay algo que debo decir respecto al baño sauna comunitario para personas del mismo sexo, y es que me parece que Dios, en Su buena providencia, a menudo sube el calor en nuestras vidas para facilitar tal sudación comunitaria. Mi sugerencia es que los hombres y las mujeres de la iglesia construyan, respeten y utilicen sus cámaras de sudor, como preparación para tales tiempos.
La cámara de sudor cristiana tiene un rito muy distinto que se realiza antes de ingresar al vapor. Con dulzura, ternura y gran respeto, aquellos con mayor madurez, aquellos con más autoridad dentro del grupo, se ciñen con una toalla, se agachan para desatar la correa de los zapatos y luego retiran el zapato del participante que está sentado. Posteriormente, después de quitarle sus calcetines sudados, con el agua más fresca y clara del manantial, lavan los pies sucios y polvorientos de todos los que van a ingresar a ese calor purificador. Junto con la purificación, esta acción también brinda una enseñanza. Piensen en ello.

El que tenga oídos para oír, que oiga.

Medita: “Llegó la hora de la cena. El diablo ya había incitado a Judas Iscariote, hijo de Simón, para que traicionara a Jesús. Sabía Jesús que el Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio, y que había salido de Dios y a él volvía; así que se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura.” Juan 13:2-5

Ora: Jesús, lava mis pies. Jesús, ayúdanos a lavarnos los pies los unos a los otros. Jesús, ayúdanos a entrar plenamente en nuestras cámaras de sudor comunitarias y providenciales, en las que mediante las acciones de Tu Espíritu y la aplicación de la sangre de Jesús, podemos ser purificados y purgados, podemos recibir ayuda e instrucción, visión y poder, preparándonos para hacer Tu completa y perfecta voluntad. ¡Amén y amén!





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