Thursday, December 12, 2013

Dec | 12 | Gloria de ‘trabajador’

FORTALEZA

Isaías 40:3-4  
“Una voz proclama: Preparen en el desierto un camino para el SEÑOR; enderecen en la estepa un sendero para nuestro Dios. Que se levanten todos los valles, y se bajen todos los montes y collados; que lo torcido se enderece y lo áspero se allane.” 

Gloria de ‘trabajador’

El rostro sonriente del ortodoncista Cristiano resplandecía por el aviso que había colocado en la prensa local. Todos sus servicios, los cuales ofrecía para toda la familia, cabían perfectamente en una parte de nuestro versículo de hoy: “… que lo torcido se enderece...”. ¡Qué risa!

Seinfeld ya ha señalado los peligros de ser un ‘anti-denti’ y, ciertamente, no deseo que eso parezca pero quizá ese aviso fue demasiado lejos. ‘Quizá’, digo sonriendo recordando el taladro trabajando en mis muelas a punto de quebrarse, las opresivas vibraciones de baja frecuencia de esa tortuosa broca, fría y quemante, que todavía me persigue en mis pesadillas dentales. ¡Imaginen todo ese trabajo sin anestesia! Pero no amigos, aun así no soy un anti-denti y estoy agradecido de que enderecen los lugares torcidos, porque en esta forma en particular, ¡los dentistas se parecen a Dios!

Jacob, el hombre, está firmemente arraigado en el significado de esta palabra hebrea que hemos traducido en nuestro versículo de hoy como ‘torcido’. El torcido Jacob de la Biblia se nos presenta, en su vida previa a la lucha, como un cliente engañoso, furtivo y escurridizo. Jacob era torcido hasta el tuétano, tanto que ¡si se tragaba un clavo, escupía un tornillo! No obstante, él no fue abandonado, no señor, sino al contrario, él fue elegido y fue el Mismo Dios quien orquestó la ceremonia de graduación de la escuela de ‘derechos’ en el cruce de Jabbok, y luego lo envió con una pierna coja, como un recordatorio eterno de que, solamente cuando Jacob no estaba bajo el poder de su corrupción pudo esperar por su preciada vida y simplemente, pedir ser bendecido por el conquistador de su noche oscura, ¡el campeón de la federación de lucha eterna, Jesucristo, el Señor! Se puede decir que luego de este encuentro mano-a-mano con el Dios Todopoderoso, Jacob el torcido, siguió su camino un poco más derecho. (Génesis 32:22-32)

Hoy, hemos estilizado tanto al Cristianismo que el pensamiento de Jesús levantándose de Su trono y enfrentándose con algunos pecadores velludos es muy desagradable. Sí, podemos tolerar que se personifique a Dios como un bonito bebé de color envuelto en pañales, pero imaginarlo como un viejo luchador sudoroso, ¡bueno eso es demasiado! Sin embargo, y gracias a Dios, Jesús es un viejo luchador sudoroso. Dios no ha cambiado y en lo que se refiere a allanar los lugares torcidos, Jesús sigue en el negocio de inhabilitar el núcleo central de nuestra base de poder personal, ¿saben?, esa fuerza del hombre viejo que nos empuja y nos lleva por caminos sinuosos y escabrosos. Sí, en verdad es toda una batalla cuando Dios verdaderamente nos enfrenta con la realidad. Él lo sabe, así que Él siempre viene a hacer su trabajo santificador en nosotros con la camisa remangada y Sus poderosos brazos listos para la acción. ¡Sí, lo hace! Pues si ustedes creen que la mayoría de nosotros permitirá que la base de poder de nuestro hombre viejo se quiebre sin oponer resistencia, entonces permítanme sugerirles que necesitan convertirse en hombres y mujeres que estudien más de las obras que Dios hace en los hombres, ¡porque Jesús está en el negocio de la construcción!

Lo que Dios hace en los hombres y en las familias es muy similar a las construcciones de los caminos principales que vemos en nuestras tierras. En su mayoría son realizados durante la noche por trabajadores ‘secretos’, iluminando la oscuridad con máquinas ruidosas, destrozando nuestros caminos existentes con martillos saltarines e inevitablemente causando grandes inconvenientes, embotellamientos de tráfico, y llenando nuestra nariz con el feo olor de la brea caliente y las emanaciones del diesel, lo que a su vez aumenta la rapidez de nuestros dedos inquietos demostrando impaciencia, mientras que nuestro espíritu proclama mediante señales rojas y blancas: ¡Dios trabajando… sea paciente!

Mientras reflexionan en el niño Jesús en este tiempo de Navidad, piensen aun un poco más, piensen un poco más profundo, porque nuestro Jesús es un luchador y un trabajador de la construcción de caminos, un ‘quebrador’ del concreto torcido, un reestablecedor de caminos escabrosos, un emparejador, en otras palabras, de los caminos sinuosos y difíciles.

Jesús, es muy trabajador ¿saben? y en el mundo no estilizado, no religioso, esto es, el mundo real, Jesús lleva puesto un casco de construcción y va por todos lados buscando peleas con los malos, tocándolos en las orejas, echando saliva en sus ojos, y tocando corazones. Así que en este tiempo de Navidad, querido amigo, si todo en tu camino es un caos en este momento y te sientes desmayar, no te desanimes y tómate de Jesús pidiéndole Su bendición, pues te digo, amigo, la Gloria está por venir esta Navidad y es una Gloria ‘de trabajador’, ¡preparada en el cielo para ti!

Reflexiona: “Entonces se revelará la gloria del SEÑOR, y la verá toda la humanidad. El SEÑOR mismo lo ha dicho.” Isaías 40:5

Ora: Señor, ¡ayúdame para dar un nuevo apretón con mis cansadas manos y para que me pare firme en mis piernas temblorosas y para que haga un sendero recto y parejo para mis pies, para que aquellos que me siguen, a pesar de estar débiles y cojos, no caigan y no se lastimen sino más bien se tornen más fuertes en Ti! Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén. (de Hebreos 12:12-13 La Biblia Viviente)

No comments:

Post a Comment