Thursday, January 3, 2013

Jan | 03 | ¡Indescriptible, imposible de contener e imparable!

CONFIANZA

Génesis 50:24
Tiempo después, José les dijo a sus hermanos: "Yo estoy a punto de morir, pero sin duda Dios vendrá a ayudarlos, y los llevará de este país a la tierra que prometió a Abraham, Isaac y Jacob".

¡Indescriptible, imposible de contener e imparable!

Con seguridad, no había nadie más calificado para hablar palabras tan ciertas y fieles como las que dijo José en el versículo de hoy. Sin embargo, José, soñador de sueños, visualizador de visiones y muy amado por su padre, era no obstante odiado por sus hermanos y fue vendido como esclavo por esas mismas personas que él deseaba que lo amasen. ¡Imaginen algo así! Para aumentar todavía más el horror, después fue falsamente acusado de violación y encarcelado durante años, abandonado para pudrirse en un calabozo, y finalmente, pareciera, olvidado por todos, ¡aún por Dios! Luego, quizá a la vista de José, luego de muchísimos años, Dios decidió tomar acción colocándolo segundo en el mando de la entonces más grande nación en el planeta. A través de José, Dios salvó a millones de personas de la hambruna y preservó y restituyó a una de las familias más disfuncionales en la historia, de la cual, Dios también haría crecer una nación que lo seguiría y que daría nacimiento al Mesías prometido, Jesús, el Salvador del mundo. ¡Qué historia!

Permítanme parafrasear el resumen que hizo José sobre todo lo que había visto bajo el sol durante su larga estadía entre nosotros. Aquí va: “estoy muriendo, estoy dejando la escena. ¿Y qué? He aprendido y verdaderamente sé que no importa lo que suceda, lo que Dios ha prometido, lo cumplirá. ¡Dios es fiel, indescriptible, imposible de contener e imparable! Él cumplirá su fiel palabra dada a ustedes”.

Así que permíteme preguntarte, amigo, ¿qué promesas te ha hecho Dios en años pasados? ¿Qué montañas de confusión, o qué indiferencia de corazón o qué rebelión parece encontrarse en medio del cumplimiento de Sus palabras para ti? A medida que miras, a medida que consideras, deja que el Espíritu de Dios sople hoy sobre las llamas agonizantes de la confianza que has perdido. Cree, querido amigo, ¡cree en todo lo que Él te ha dicho en años pasados! Pues, ¿habrá algo difícil para el Señor? ¡No, por supuesto que no! Dios puede hacerlo y está decidido, sí, está decidido a cumplir todas Sus promesas hechas a ti. Así que hoy, este año, insiste en los imparables propósitos de Cristo Jesús para y sobre tu vida. Si Él pudo hacerlo por José, ¡puede hacerlo por ti!

Reflexiona: “Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ‘¿Qué haces?’” Daniel 4:35

Ora: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea Tu nombre, y que venga Tu reino Señor, a mí, en este año que se avecina. Por favor cumple todas las promesas que me has dado y que, en apariencia están perdidas hace mucho, y líbrame de todas aquellas cosas que podrían llevarme a un callejón sin salida. Te lo pido en el nombre de Jesús ¡Amén!

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