Saturday, January 12, 2013

Jan | 12 | ¿Dónde está la carne?

EXAMINA

Hechos 1:8a
Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder.

¿Dónde está la carne?

Clara Peller, por ese entonces una octogenaria de cabello gris y un metro treinta centímetros de estatura, se convirtió en la vocera de la cadena de hamburguesas ‘Wendy’s’ al representar el rol de una anciana tosca que golpeó el mostrador de la hamburguesería del barrio y en voz alta formuló la pregunta inquisidora: “¿Dónde está la carne?”, y fue vista en toda Norteamérica de 1984 a 1985, en una serie de avisos comerciales muy populares. Más tarde, cuando Clara apareció en un aviso comercial para la ‘Salsa de Spaghetti Prego Plus’ diciendo: “¡La encontré!” Wendy’s la despidió diciendo, “Clara puede encontrar la carne en un solo lugar, y ese es Wendy’s”. ¿La gente quiere cualquier carne, o quiere el 100% de esa cosa que muge cuando uno la muerde? ¡Estoy hablando de carne de verdad aquí! Eso es lo que la gente quiere y ¿por qué no?

Eliseo, el conocido profeta de la antigüedad, pidió por algo difícil y eso era una doble porción del mismo Espíritu que habitaba en Elías, y cuando Elías, su mentor y amigo, fue llevado a los cielos y él no lo vio más (a propósito ¿les suena familiar?) Eliseo se arrodilló y levantó el gran manto caído del profeta, se dirigió al río Jordán, golpeó sus aguas con una fe expectante y gritando a viva voz dijo: “¿Dónde está el Dios de Elías?” Las aguas se dividieron ante él y pudo cruzar sobre tierra seca. ¡Allí estaba Él! ¡Seco y al otro lado! ¡Dios en verdad estaba con él! ¡Qué maravilloso!

Amigos, mucho más que el manto de Jesús ha caído sobre nosotros: ¡el mismo Espíritu Santo de Dios ha caído sobre la iglesia para habitar en ella por siempre! Aunque la verdad es que, al mirar a nuestro alrededor las “ofertas envasadas y congeladas”, cuesta creerlo. Sí señor, al mirar alrededor y ver a esos Cristianos superficiales y espiritualmente demacrados, en esta era Laodiceana, con esa mirada de perro sabueso como diciendo “por favor, venga y arroje arena en mi cara”, ¡cuesta creerlo!

Así que, permítanme que les pregunte hoy: ¿qué tan hartos están ustedes de que les arrojen arena en la cara? ¿Qué tan ansiosos están por tener algo de “músculo”, por algo de Cristianismo sustancioso? ¿Qué tan expectantes están? ¿Qué tanta fe tienen? Si son lo suficientemente valientes, queridos amigos, entonces quizá sea el momento de que se formulen esta pregunta con respecto a su iglesia y a ustedes mismos: “¿Dónde está la carne?” Adelante, examínense hoy y pregúntense: “¿Dónde está el Dios de Elías?” En la iglesia, miremos y digamos: “¿Dónde está el Dios de Elías?” En nuestras familias, miremos y digamos: “¿Dónde está el Dios de Elías?” ¡Adelante, levantémonos y digámonos a nosotros, preguntemos unos a otros, a nuestros líderes quienes enfocados en sus carreras caminan sólo a lo seguro, y gritemos: “¡suficiente de este substituto débil, insípido, patético y sin poder de Cristianismo Bíblico!” Grítenlo fuerte amigos, grítenlo fuerte y por mucho tiempo: “¿Dónde está la carne?” “¿Dónde está el Dios de Elías?” ¡Si hiciéramos esto, entonces quién sabe, quizá estas últimas generaciones podrían comenzar a experimentar la verdad del hecho de que Dios está, en verdad, aún con nosotros! Adelante, formulen hoy esa pregunta tipo ‘Clareliseo’… Vamos… ¡los desafío!

Reflexiona: “Porque nuestro evangelio les llegó no solo con palabras sino también con poder.” 1ª Tesalonicenses 1:5a

Ora: Muéstrame por qué soy tan débil, querido Dios, y luego hazme fuerte, oh Señor, te lo pido, en el poderoso nombre de Jesús. ¡Amén!

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