Wednesday, March 6, 2013

Mar | 06 | Selah; y luego Él vino

MEDITA

Salmos 3:3-4
Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza! Clamo al Señor a voz en cuello, y desde su monte santo Él me responde…. Selah.

Selah; y luego Él vino

“Selah, significa alabanza y meditación; y entonces Él vino. Selah, significa... ¿pensaste en eso? Y entonces Él vino; Selah.”

Así dice una parte del coro de Lauryn Hill en su canto titulado Modern Psalm (Salmo de Nuestros Días) el cual escuché por primera vez en el album de ‘Los Secretos Divinos de la Fraternidad Ya-Ya’. Vi y escuché a Hill en la película Cambio de Hábito 2, cuando ella cantó a todo pulmón “Joyful, Joyful We Adore Him!” (Con gozo, con gozo le adoramos) ¡Qué voz! Pero más que eso, amigos, lo repito, qué salmo tan moderno ese canto llamado ‘Selah’!
El significado exacto de este término ‘Selah’, tal y como aparece en el libro de los Salmos, puede estar en discusión, no obstante la mayoría de las personas piensan que significa: “‘¡Nota Bene!’ o ‘Escuche bien’, o ‘Tome nota’, o ‘mire esto’, o ‘piense en esto ahora’, o ‘medite sobre esto’, o ‘¡que la verdad de lo que recién ha sido cantado caiga y penetre de tal manera que la verdad que has recibido se vuelva un ‘sí’ y un ‘amén’ en tu corazón y en tu vida; y de esa manera, deja que te marque, deja que te moldee, deja, oh por el amor de Dios, ¡deja que te cambie! ¡Selah!’” ¡Que palabra tan poco comprendida pero tan increíble!

¿Sabían ustedes que la verdad tiene que penetrar profundamente para que logre su verdadero efecto? La meditación es simplemente ese espacio de reflexión que permite que el pensamiento descienda 30 centímetros hasta nuestro corazón. Ese espacio de centímetros entre la aceptación mental y la acogida en nuestro corazón son centímetros de tierra dura (¡porque eso es lo que es!), ¡son una zona de muerte y un desierto árido cubierto de rocas, malezas y pequeños pájaros melindrosos! A veces es muy difícil hacer que la semilla de la verdad viaje al sur, 30 centímetros hacia las profundidades de nuestro ser, y germine en el corazón. Estoy seguro de que estarán de acuerdo. ¡Selah!

La letra del canto de Hill pinta al corazón como vilmente engañoso y a todo nuestro ser como inestable al acceder a sus mentiras traicioneras y asesinas. El resumen de su salmo es un profundo clamor de salvación; ¡salvación primeramente de ella misma! Lean:

Nada se puede hacer contra la verdad,
No importa cuánto nos mantengamos en la negación (sí);
Perder el tiempo, sustituir el tiempo con cada excusa vacía;
Pero eso sólo funcionará por un tiempo;
Hacer frente a la desesperación, sabiendo que no estás allí;
¡Con vergüenza de admitir que sólo he sido una tonta!
Así que culpo al sol, huyo de todos,
Con la esperanza de escapar del ridículo.
Atrapada en la miseria,
Tan miserablemente envuelta en este engaño, que
hasta lo estoy usando como una piel.

En algún punto todos nos encontramos atrapados y, de manera alarmante, nos resignamos a estar así atrapados; eso es hasta que Él llega. Hasta que Él llega y limpia el camino de pocos centímetros desde la cabeza al corazón y amigos, cuando eso sucede... ¡oh mi Dios! Cuando eso sucede...¡qué desnudez tan reveladora! ¡Qué descubrimiento más terrible! ¡Qué revelación de nuestro pecado y de un ser horrible y los gritos de súplica que lo acompañan! Qué terreno tan preparado para el suicidio se descubre entonces; porque les digo, si la llegada de una verdad tan reveladora no viene acompañada de la gracia de Aquél quien tiene la llave de nuestra propia prisión, entonces nosotros, al igual que aquel carcelero filipense, querríamos caer de cabeza sobre nuestras espadas. Pero gracias a Dios, que Jesús, el Salvador, siempre nos da de Su gracia cuando Su verdad llega a nuestro corazón. ¡Selah!

Tomen nota amigos, que cuando Su palabra viene y viaja esa distancia desde la cabeza al corazón, ¡llega con poder de resurrección! ¡Llega como la luz en la oscuridad, como la esperanza en medio de la muerte! Llega en Sus bondadosas manos traspasadas que ahora y por siempre sostienen las llaves de la muerte y del Hades. Y el pueblo de Dios dice: “¡Amén Jesús! ¡Gracias Señor Jesucristo!”

Así pues, permíteme preguntarte amigo, “¿Qué estás vistiendo hoy para cubrirte tu triste corazón? ¿Qué color interior se refleja en la brillante superficie de tu piel? ¿Es el color rojo brillante de Su gloriosa gracia o la frugal faz amarilla de una auto-justificación de tu parte?” ¡Selah!

Reflexiona: “Si el Señor no me hubiera brindado su ayuda, muy pronto me habría quedado en mortal silencio. No bien decía: Mis pies resbalan, cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda. Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría. ¿Podrías ser amigo de reyes corruptos que por decreto fraguan la maldad?” Salmos 94:17-20

Ora:
Oh, te ruego con desesperación, hazme estar de acuerdo en lo que sé que es mejor para mí.
Por favor, sálvame de mí misma, necesito que me salves de mí misma.
Sálvame de mí misma, para que pueda hacer buenas elecciones.
No he cometido más que errores... qué desperdicio de espacio si muriera antes de despertar.
Con toda esta religión, es que he fortificado esta prisión,
Obligada a obedecer las demandas de una mala decisión.
Por favor, sálvame de mí misma,
Necesito que me salves de mí misma.
Por favor, sálvame de mí misma
Y así podré sanar.
Selah.

(Lauryn Hill)

No comments:

Post a Comment