Friday, March 8, 2013

Mar | 08 | Las semillas diseminadas del gran corral de cerdos

ENTREGA

Lucas 11:21-23
Cuando un hombre fuerte y bien armado cuida su hacienda, sus bienes están seguros. Pero si lo ataca otro más fuerte que él y lo vence, le quita las armas en que confiaba y reparte el botín. El que no está de mi parte, está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama.

Las semillas diseminadas del gran corral de cerdos

Existen muy pocas familias que pudiera decirse que no han sido afectadas, aunque sea de alguna forma, por el problema de las drogas. Muertes abruptas por sobredosis o muertes muy lentas debido a adicciones han sido parte de demasiados en nuestra generación, y la temible sonrisa del diablo incluso ‘¡se atreeeve!’ a fabricar mentiras celestiales, llevando a muchos a la terrible condición del gran corral de cerdos. Muchos de nosotros hemos despertado en el corral de cerdos, amigos. ¿Muchos de nosotros, eh? Oh sí.

Mi propia ciudad natal es un desierto de drogas y borracheras. Además de esto, las tasas de suicidio entre hombres de menos de veinte años en esa área, son las más altas del país. Por supuesto, hay una cantidad de factores sociales que contribuyen a esta situación enfermiza, pero la raíz de esa oscuridad tan palpable (y créanme...¡se puede sentir!), no es otra cosa que demoníaca. Yo creo que las drogas hechas por el hombre para la explotación y para obtener ganancias tienen sus raíces en la destrucción que proviene del demonio.

Tim McGraw, el artista country, canta sobre un pueblo rural norteamericano y resume la muerte lenta de la cultura norteamericana en el Sur, la cual cada vez más, está siendo engullida por el asfalto e invadida por la Internet. De manera sucinta resume la lúgubre situación de muchos de nosotros nacidos en pueblos pequeños:

En el pueblo en que nací
Para cualquiera que ande por allí
Tú, o estás perdido o has sido encontrado
No hay mucho en medio.
En el pueblo en que nací
Todavía, todo es o blanco o negro
Una abismal distancia separa lo que está bien de lo que no lo está
Desde los domingos por la mañana, hasta los sábados por la noche
Lo único que todos desean es drogarse
Permanecer sentados y ver pasar un mundo perfecto
Todos buscamos amor y significado en nuestras vidas
Seguimos los caminos que nos llevan
O a las drogas o a Jesús

“Tú, ‘o estás perdido o has sido encontrado’” ¿Cuál de ellos eres tú?

El pluralismo presionante de hoy en día quiere fundir estos dos extremos, de ser ‘o perdido o encontrado’, en el camino intermedio de búsqueda o de peregrinaje. Quizá con el fin de brindarnos un ‘confort’ espiritual personal, nosotros también tengamos la tendencia tentadora de desdibujar los bordes de estos dos extremos de ‘perdido o encontrado’. No debemos hacer esto amigos, porque en nuestra ciudad natal de Sión, las cosas son o blancas o negras en lo concerniente a la salvación; sí, todavía la gente, o está perdida o ha sido hallada. Sí, ¡estar en medio, en otras palabras, estar en la búsqueda o viajando, quiere decir que todavía estamos perdidos!

Mientras la iglesia ha personificado al gran actor en su caminata experimental con Jesús, y al mismo tiempo ha negado y fruncido su ceño ante el poder de Jesús, el diablo ha ido de pesca con las drogas. Las carnadas que ha puesto en su pequeño y desagradable anzuelo han sido expectativas de alegría rápida, de escape de la soledad, de la pobreza, de la miseria de lo mundano, de la desesperanza, de la falta de amor, de la pérdida de respeto; Amigos... ¡cualquier cosa que se les ocurra verán que el diablo tiene una cantidad de cebos que usa como carnada, para engancharlos en las drogas! Sin embargo, una vez atrapados no encontrarán cielos llenos de diamantes y campos de fresas, sino más bien, perros peligrosos y alacenas vacías, vergüenza, grilletes y destrucción, ¡porque las drogas son del diablo! sí, ¡las drogas provienen del mismo infierno!

¡Gracias a Dios que Jesús aún camina el largo camino de Sábado por la noche a Domingo por la mañana, buscando las carnadas, y a los enganchados y los perdidos sin esperanza, y llamándolos para que vuelvan a la casa del Padre! Él es quien a su vez mira con añoranza esperando para venir con alegría sobre las vidas desperdiciadas, para vestir la desnudez con ropas escarlata y colocar anillos dorados de amor sobre dedos manchados de nicotina, al tiempo que levanta a los hijos pródigos de la podredumbre del estiércol y los lleva a una fiesta, preparada sólo para ellos. ¡Sí señor, y amén Señor Jesús, hay esperanza! ¡Pues aquellos que en verdad están muertos, pueden vivir nuevamente!

Si las drogas están llenando de demonios a cualquiera de ustedes o de sus queridos amigos, entonces Jesús es la única respuesta. No dejen de presentar estos dos extremos ‘perdido o encontrado’ delante de esas personas, ya sea en la carne o en el espíritu, pues a los ojos de Jesús, todavía es verdad que en su ciudad natal ustedes están, o perdidos o han sido encontrados y con frecuencia es simplemente, ¡la elección entre las drogas o Jesús!

Reflexiona: “Pero si expulso a los demonios con el poder de Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el reino de Dios.” Lucas 11:20

Ora: Señor, libéranos de los demonios mentirosos que se ríen y se deleitan con la lenta muerte de esta generación de adictos. Libéranos a nosotros, y a aquellos que amamos y añoramos, de este cautiverio agobiante. ¡Te lo suplicamos Jesús! Disfrázate y ve a su lado, y háblales sobre Tu amor eterno por ellos, hasta que la pesadez de sus párpados se levante y puedan elevar sus ojos para verte a Ti, su Salvador que los ama y los busca. ¡Aleluya y alabado sea el Señor! Que todos los que conocemos y amamos encuentren en ti, Jesús, a su Salvador. Que todos los que conocemos y amamos al ver su necesidad de ti, Jesús, estiren el brazo y te encuentren allí. Que todos nuestros perdidos, ¡sean encontrados hoy! Amén.

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