Thursday, April 4, 2013

Apr | 04 | Cenando con Dennis, el hamster.

MISERICORDIA

Deuteronomio 25:4
“No le pongas bozal al buey, mientras está trillando.

Cenando con Dennis, el hamster.

Afuera en la oscuridad, junto a una puerta trasera cerrada, debajo del marco de una ventana húmeda y vieja, encontré a mi querida primer mascota, respirando con dificultad y muriendo de un ataque al corazón. No podía levantar a Lassie porque era muy vieja y pesada, especialmente para un jovencillo como yo, así que tuve que dejarla ahí sola, mientras corría a casa a buscar a mi padre.

Siendo mi primer experiencia con la muerte le pregunté a mi padre: “¿Y Lassie, se va a ir al cielo?” De hecho esta fue la misma pregunta que le hice a un sacerdote Católico en una de mis primeras confesiones. Mi padre no sabía qué decir y el sacerdote tan sólo me ignoró y me encargó rezar dos “Padres Nuestros,” y un “Ave María.” Me acuerdo estar murmurando a través de mi penitencia: Me sentía enojado con Dios de que no tuviera una respuesta para el dolor que sentía por la pérdida de mi encantador perro viejo. Mi primer mascota y la había encontrado muerta.
Obviamente Dios no se preocupaba por los perros. ¿Se preocupará acaso de otros animales?
Desde entonces, he tenido que decirle adiós a “Manchas”, mi sabueso en la adolescencia, a “Mermelada”, nuestro gato y a “Dennis”, el hamster. Tuve un gran afecto por cada uno de ellos. Es asombroso lo mucho que nos apegamos a cosas pequeñas. Me pregunto si ¿estarán en el cielo? ¿Veré a estas hermosas criaturas de nuevo”?

Si yo hubiese nacido en otro país, ¡tal vez estos mismos compañeros podrían haber sido un regalo por el cual estaría agradecido mi hambriento estómago! Y si los comiera, ¿los vería en el cielo? ¿Querría hacerlo? ¡Esto es algo en qué pensar! ¿Veremos a cada Pollo Kentucky que nos hemos devorado y nos encontraremos con cada vaca que en forma de hamburguesa nos hemos comido? ¿Serán redimidos los animales? Quiero decir, ¿qué tanto se preocupa Dios por el reino animal? O son simplemente diversión y el pasatiempo de aquellos creados a Su imagen? William Blake en su poema “En el Juicio Final” escribe:-

Un perro hambriento a la puerta de sus amos
predice la ruina del estado
Un caballo maltratado a la orilla del camino
clama al cielo por sangre humana

Sé que veré muchas cosas que hagan referencia a la relación de Dios y al deleite de Dios en Su propio reino animal. Sin embargo, no he podido entender el propósito por el que un tierno venado ¡esté viviendo en el mismo planeta con carnívoros hambrientos! Excepto porque el pecado y el sacrificio de sangre (hablando Escrituralmente) están destinados a caminar siempre de la mano en esta gran historia nuestra, la razón para tanta ferocidad, (pieles rasgadas y sangre derramada del reino animal) escapa de mi comprensión. Apenas puedo imaginar cómo sería un reino animal redimido: Al menos estoy seguro que ya no habría más cuerpos quebrados y desgarrados, pero entonces ¿los depredadores se quedarían sin trabajo?

Con todo, sé que Jesús comió pescado y por lo menos una vez al año comía cordero asado. Sé que montó un burro. Sé que vendrá descendiendo en las nubes, cabalgando en un poderoso caballo blanco. Sé que Su trono está rodeado de creaturas fantásticas, inimaginables. Sé que El ama a los gatos y a los perros, y que ama a Su creación y los llama a todos algo 'muy, muy bueno'; aun en cierto momento con el viejo Job, se deleitó en lo que había creado, mientras apuntaba a algo parecido a un dinosaurio y con gritos de júbilo, decía “He aquí Behemot!”

Sí. Sin lugar a dudas podemos decir que Dios se emociona con su fantástica creación y que nos la ha confiado a nosotros para hacer uso de ella, para aprovecharla, para cuidarla y sobre todo, para respetarla.

¿Veré a Dennis, el hamster, de nuevo? A la luz de mi Dios, quien no me niega ninguna cosa buena y quien me ama inmensamente, creo que debo responder así a esa pregunta: “Si yo quiero cenar con Dennis el hamster, en mi hogar celestial, entonces ¡creo que lo haré! A veces me permito pensar así. Mientras tanto, respetemos la creación maravillosa de Dios y recordemos las líneas de William Blake cuando dice:

Un perro hambriento a la puerta de sus amos
predice la ruina del estado
Un caballo maltratado a la orilla del camino
clama al cielo por sangre humana

Reflexiona: “El justo atiende a las necesidades de su bestia.” Proverbios 12:10a

Ora: Señor, por todos los animales que Tú nos has dado, te damos gracias y oramos que pongas en nosotros el deseo de respetar y honrar a todo lo glorioso que hay en Tu creación. En el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén.

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