Apr | 29 | Policía de Jardín de Niños

RECORDAR

Isaías 1:2
“He alimentado y criado hijos y ellos se han rebelado contra Mí.”  

Policía de Jardín de Niños

Mi esposa solía cuidar 20 jovencitos de 4 años de edad. Por la noche, cuando a veces llegaba a casa con esa mirada vidriosa en los ojos, me sentía impulsado a preguntar: "¿Y cómo te fue hoy con los angelitos?" Es un tipo de pregunta abrelatas y el olor de las respuestas me dejaba saber, mientras ella se desahogaba de su día, cómo podría esperar que fuera la próxima hora. Me di cuenta que esta pregunta, generalmente, conducía a tres respuestas:

Respuesta No1: "¡Se portaron terriblemente!" = Habían estado quejumbrosos, ruidosos y traviesos. Solución = Dos tazas de té caliente y 30 minutos sentada frente a "La Juez Judy", sólo para asegurarle que sí, efectivamente, hay personas en el mundo mucho más locos de lo que ella cree estar en este momento.

Respuesta Nº 2: "¡Muy mal!" = Tiene dolor de cabeza, anhela el fin de semana y quiere dormirse ¡ahora mismo! Solución = Tres tazas de té caliente, dos Ibuprofeno y chocolate, todo para ser usado de inmediato. Tomarla de las manos y abrazarla efusivamente a continuación.

Respuesta No 3: Silencio y movimiento de cabeza. = ¡Esto significaba que eran unos demonios! Ella ya había escrito su carta de renuncia y todas las armas de fuego tenían que ser escondidas. Ninguna cantidad de té, azúcar, pastillas, o "Juez Judy" justificaría la decisión insensata de cuidar a 20 niños 7 horas al día por un salario miserable. La vasectomía debería ser discutida en cualquier consejería pre-marital futura que yo pudiera brindar. Era hora de que yo abandonara el edificio.

Hemos encontrado que, al igual que nosotros, los niños pecan. Es un esfuerzo constante enseñarles a hacer el bien y el orar por ellos en la cara de su constante rebelión, para que escojan la vida y el amor. Es difícil ser padre, porque cuando nuestros hijos no responden a nuestras amorosas y bien intencionadas súplicas y oraciones, la auto-condena a la que nos enfrentamos puede ser aplastante, la crítica no verbalizada de otros padres puede ser cortante y la ausencia de 'buenos resultados' al aplicar los principios bíblicos puede ser confusa. Sin embargo queridos y con frecuencia emproblemados padres, ¿Están dispuestos hoy a escuchar la voz del Señor hoy, quien todavía es el mejor padre del mundo?:

Reflexiona: “El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo, pero Israel no conoce, mi pueblo no entiende." ¡Ay, nación pecadora, un pueblo cargado de culpa, generación de malhechores, hijos corruptos! Ellos han dejado al SEÑOR, ellos han provocado la ira del Santo de Israel, ¡se han vuelto atrás!" (Isaías 1:3-4)

Ora: Señor, por favor perdona nuestros pecados y los pecados de nuestros hijos y por favor continúa guiándonos a todos en el Camino eterno. En el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén.