Sunday, May 5, 2013

May | 05 | Entrenando a Colón

HONOR

1 Pedro 3:5-6
Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios, cada una sumisa a su esposo. Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor.”

Entrenando a Colón

Entonces ella dice “¡Oye!” "¡Teníamos que haber doblado a la izquierda allá atrás!” El no contesta pero en su interior está pensando “¡Cristóbal Colón no necesitó instrucciones y yo tampoco!” Estos son los pensamientos de todo hombre al volante cuando su esposa o cualquier otra mujer, intenta darle alguna dirección dimensional. Llámalo Chovinismo, llámalo infantilismo, llámalo inestabilidad, o aun llámalo el diseño de Dios. Sí, llámalo falta de seguridad, o llámalo como quieras pero acepta este hecho y haz las paces con él “¡Los hombres son así!” Quiero decir, ¿qué les pueden decir las mujeres acerca de cómo encontrar direcciones?

Desafortunadamente, esta actitud de los hombres no se traduce bien cuando el sexo opuesto trata de darles alguna dirección no dimensional. Raramente los hombres se sentarán pacíficamente bajo la autoridad y enseñanza de una mujer. En raras ocasiones, ellos escuchan y siguen a una Reina, una Boudica, una Débora, una Elizabeth o ¡quizás hasta una Margaret Thatcher! Sin embargo amigos, es raro, es muy raro. Antes que un hombre acepte algún buen consejo de los labios de una mujer, este tiene que ver en ella sabiduría, edad, respetabilidad y quizás algo de madre pero preferentemente algo de abuela. Espero que me perdones mi falta de exactitud política, porque mi determinación de año nuevo fue dejar de poner clavijas cuadradas en agujeros redondos y enfrentar algunos hechos antiguos, ¡aún cuando sean contrarios a la opinión popular considerada políticamente correcta! Mis declaraciones no se refieren para nada a las habilidades de las mujeres, sino que tienen que ver con ser un hombre. Sí, no me malinterprete, ya que cada esposo sabio aprende que debe escuchar a su esposa. Después de todo, ¡generalmente ella tiene razón!

Quisiera mencionar que el fracaso de las mujeres en comunicarse e instruir a los hombres no está en el contenido de lo que se dice sino en la forma. No tanto en la exactitud sino en la forma en que se plantea. Recuerda, el ego masculino es un producto frágil y necesita ser tratado con honor y respeto. Si no lo hacen, entonces mujeres, no serán escuchadas. Fin de la historia.

Sin embargo, los beneficios de la comunicación respetuosa de las mujeres hacia los hombres tiene un gran alcance, llegando incluso al futuro. Pregúntale a una madre y esta te dirá que llega el punto cuando su tierno hijo ¡no escuchará ni una sola palabra suya! Sin embargo, pregúntale a cualquier hombre y este te dirá que cuando finalmente se sensibilizó, llegó a recordar y atesorar cada palabra pronunciada por los amorosos labios de su madre y abuela. Sí, cada ruego ferviente y cada oración escuchada se convirtieron para ellos en un medio de enseñanza, un tesoro de amor recordado que se repite en sus días de madurez. Instrucciones tan valiosas como estas, serán recibidas con respeto, recuperadas y recordadas. Los hombres son así, y ustedes queridas hermanas harían bien en tomar nota.

Reflexiona: “Y al acordarme de tus lágrimas, anhelo verte para llenarte de alegría. Traigo a la memoria tu fe sincera, la cual animó primero a tu abuela Loida y a tu madre Eunice, y ahora te anima a ti. De eso estoy convencido.” 2a. Timoteo 1:4-5

Ora: Gracias Señor Jesús, por las grandes, honorables y valientes mujeres en el Reino de Dios. ¿Qué haríamos sin ellas Señor? Hazlas sabias para con los hombres. Ahora, oh Señor, ayuda a los hombres del Reino a gloriarse en su hombría. En el nombre de Jesús oramos, Amén.

No comments:

Post a Comment