Friday, May 31, 2013

May | 31 | Relación interesante y los amigos de Dios entre las masas

CONOCIMIENTO

Génesis 22:12
“No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño —le dijo el ángel—. Ahora sé que temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo.”

Relación interesante y los amigos de Dios entre las masas

La lectura de la Biblia se puede volver monótona y aburrida, ¿no es verdad? No me malinterpreten. Yo hallo que es el libro más emocionante del mundo y creo que es la misma Palabra de Dios. Sin embargo, algunos días y de hecho, muy frecuentes, ésta se convierte en otra marca en mis casillas de ejercicios espirituales a completar. A menudo la Biblia se vuelve tan seca y apetitosa como una tostada vieja!¿Cuál es el problema aquí? Bien, quizás Tozer en su libro La Búsqueda de Dios, da precisamente en el clavo. Esto es lo que él dice: “El científico moderno ha perdido a Dios entre las maravillas de Su mundo; nosotros los cristianos estamos en un verdadero peligro de perder a Dios en medio de las maravillas de Su palabra. Casi hemos olvidado que Dios es una persona, y como tal, con El podemos cultivar una relación como con cualquier persona. A una persona le es inherente la capacidad de conocer otras personas, pero un conocimiento pleno de otra persona, no se logra en un encuentro. Es solamente después de una larga y amorosa relación mental que se pueden explorar las posibilidades plenas de ambos”. Yo solamente añadiría que Dios está interesado en más que una relación mental, ya que Dios juega en el campo de las interacciones sociales totales y plenas. Cada personaje bíblico te dirá que Dios quiere conocerte y que tú lo conozcas a Él, y claro ¡Estoy hablando en el completo entendimiento bíblico de la palabra ‘Conocimiento’!

Dios no está interesado en saber cuántos capítulos has leído hoy. El no está interesado en tus prácticas religiosas o en tus ejercicios espirituales. Quizás la naturaleza seca de estas cosas, al igual que una tostada vieja, ¡le está aburriendo y hastiando a El también! El quiere más. Considera esto, ¡Dios quiere hallarte interesante! Quizás el Dios que todo lo sabe, quiera palparte y explorar las profundidades de tu ser, con el único propósito de sentir la emoción, el deleite y quizás hasta la decepción algunas veces, de simplemente llegar a conocerte mediante la experiencia. ¿Has pensado en esto, en que conocerte a ti, vale la pena?

Quizás Dios te invita a hacer lo mismo. ¿Me entiendes? Encontrarlo personalmente, sentirte tan intrigado por El que hoy te eches a la mar de lo infinito y descubras que El ha estado ahí todo el tiempo, aun al alcance de tu mano. Inmenso y profundo, El está a tu lado querido Cristiano, esperando ser descubierto cada vez más. Dios, creo yo, tiene sus amigos entre las masas de gente, y estos son las personas que se han tomado el tiempo de abrir sus corazones a Él y El a ellos. Sí, ellos se conocen mutuamente y están contentos.

Un día hace mucho tiempo, Dios escogió a Abraham y le pidió que matara a su hijo, su único hijo, al que él amaba. Cuando Abraham iba a hacerlo, Dios lo detuvo, pero al impedir esta acción que ya Abraham había completado en su corazón, Dios declaró “¡Ahora conozco!” Dios experimentó un conocimiento que no había experimentado antes. “¡Ahora conozco!” Yo te digo, el conocimiento intelectual es grandioso, pero el conocimiento basado en la experiencia es mejor. Ahora, dime ¿cuándo fue la última vez que buscaste a Dios y le dijiste "Ejem, discúlpame, pero..."? Yo sospecho que a Dios le gustaría que nuestras oraciones fueran parte de nuestra formación espiritual y que nuestra formación espiritual sea como la de Cristo, con un conocimiento pleno del Padre. El conocimiento de Dios es una relación interesante, íntima, inagotable e infinitamente gozosa. Es seguramente mejor que una tostada vieja y seca.

Reflexiona: “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.” Juan 17:3

Ora: Padre, comencemos hoy a conocernos mutuamente por medio de oportunidades nuevas, fructíferas y siempre emocionantes. “Ejem, discúlpame Señor, pero ¿por qué, quién, qué, cuándo, dónde y cómo?” Jesús, por favor, comienza hoy conmigo una conversación sin final, “¡Ejem! y ¡Amén!

 

No comments:

Post a Comment