Friday, June 14, 2013

Jun | 14 | Advertencias y Bienestar

EXPECTACION

Job 33:15, 16
Algunas veces en sueños, otras veces en visiones nocturnas, cuando caemos en un sopor profundo, o cuando dormitamos en el lecho, él nos habla al oído y nos aterra con sus advertencias. (NVI)

Advertencias y Bienestar

Ustedes perdonarán la premisa que a menudo planteo que dice “Todos los poemas de amor verdadero, a la postre se pueden aplicar a Jesús”. Con esto en mente, permítanme entonces citar las estrofas iniciales y finales del poeta victoriano, Matthew Arnold, y su poema titulado “Añoranza”:

Ven a mí en mis sueños, y entonces
¡Por el día estaré bien otra vez!
Porque la noche pagará con creces
La añoranza desesperada, del día.

Si ustedes son afortunados de dormir siete horas al día y de vivir 70 años, entonces habrán pasado 178,360 horas durmiendo. Eso hace 7,432 días, 1,061 semanas o tan sólo ¡más de 20 años! Si ahora mismo el pánico los está venciendo, no se echen a correr para poner la alarma una hora antes, pues el sueño es importante por una serie de razones físicas, intelectuales y psicológicas. ¡También es importante por razones espirituales! A veces me pregunto si el sueño es la única forma que Dios tiene para pasar tiempo a solas con nosotros, y Su única oportunidad de hablarnos.

Claro, estoy hablando de sueños. Lo sé, lo sé, los sueños pueden ser producidos por la preocupación, o por el trabajo subconsciente de la mente, o por el ambiente o por medicamentos y a veces hasta por comidas o bebidas. Sin embargo, Dios también habla en sueños, y quizás más a menudo de lo que nos interese admitir. Las Escrituras y la excelente guía espiritual de otros santos, son la clave para guiar correctamente a la gente en la interpretación y comprensión de estas cosas. Los recursos para lograr estas cosas los tenemos en el Espíritu Santo y en la oración. Una de mis intenciones es, en algún momento, aparecerme en una feria de ‘nueva era psíquica’ y abrir mi propio kiosco, e invitar a las personas a que vengan para interpretarles sus sueños. Esto no es nuevo, de hecho escuché al Dr. Mark Stibbe hace algunos años decir en una conferencia, que el conocía cristianos que estaban haciendo justamente eso y que aun habían descubierto cómo Dios había ido delante de ellos en términos de evangelismo profético y le había estado hablando a la gente en sueños y de esta forma les había preparado el camino para que ellos, más tarde, ¡les hablaran de Jesús! ¿Interesante verdad?

A mi parecer, Dios está interesado en usar los sueños para la comunicación y especialmente para dos tipos de comunicación. Estos son: advertencias y bienestar.

Es evidente que Dios, en el silencio de la noche cuando cuenta con toda nuestra atención, nos advierte de desastres inminentes y sobre las rutas de escape. Además, el Espíritu Santo prosigue con su obra de santificación y por debajo de las sábanas del sueño, saca a relucir problemas tanto del pasado como del presente, y los hace surgir en nuestras mentes confusas, ya sea desactivando las bombas que no han explotado o recogiendo el revoltijo de aquellas bombas ya detonadas que devastaron nuestro ser. Ahora díganme, ¿qué soñaron anoche? ¿Mantienen un diario de sus sueños?

Quizás el poema de Arnold pueda convertirse en nuestra oración nocturna:

Ven a mí en mis sueños, y entonces
¡Por el día estaré bien otra vez!
Porque la noche pagará con creces
La añoranza desesperada, del día.

Medita: “José se presentó ante el faraón, quien le dijo: ‘Tuve un sueño que nadie ha podido interpretar. Pero me he enterado de que, cuando tú oyes un sueño, eres capaz de interpretarlo.’ ‘No soy yo quien puede hacerlo’ respondió José, ‘sino que es Dios quien le dará al faraón una respuesta favorable’” Génesis 41:14-16 (NVI)

Ora: Jesús, por favor sé Tú el hacedor de mis sueños; tú Espíritu Santo quien los reciba, y tú, Gran Padre el intérprete de los mismos. Ven a mí en mis sueños y entonces por el día estaré bien otra vez, pues entonces la noche pagará con creces la añoranza desesperada del día. ¡Amén!

No comments:

Post a Comment