Tuesday, June 18, 2013

Jun | 18 | Pa-más-tarde

PACIENCIA

1 Timoteo 6:6-7
Es cierto que con la verdadera religión se obtienen grandes ganancias, pero sólo si uno está satisfecho con lo que tiene. Porque nada trajimos a este mundo, y nada podemos llevarnos.(NVI)

Pa-más-tarde

Durante muchos años brindé un excelente servicio al cliente (bueno, ¡al menos eso es lo que siempre pensé!) por lo cual me molesto particularmente cuando no recibo lo mismo. Tengo que decir que en la actualidad, con la muy extendida implementación de esos sistemas inhumanos de pulsar botones o con esos sistemas telefónicos de activación por voz, “el servicio” es un millón de veces peor para el cliente.

“Por favor, teclee los 27 dígitos del número de su carnet de identidad.
Oprima el 1 si desea expresar su ira;
Oprima el 2 si usted desea lanzarle piedras al Director General;
Oprima el 3 si le gustaría poncharle las llantas de su auto;
Oprima el 4 si usted…”

Bueno ya captaron la idea.

Entonces, cuando finalmente logras llegar hasta un ser humano, es obvio que se trata de un tipo joven y pecoso que se piensa que todavía está hablando con uno de sus amigos y su actitud y falta de habilidad para tratar con la gente indican que posiblemente ¡acaba de entrar en la pubertad! Quizás quieras hablar con el Director pero ¡esto es lo que en el mejor de los casos vas a recibir! Sería algo así como “Habla conmigo” dice el puberto espinillento de Padooka; o “Si, qué-quiere-de-mí”, dice la mujer amargada de Alabama, o “¡Déle gracias a Dios que estoy aquí para ayudarlo!, dice la bailarina árabe de medio tiempo, en Bangalore! Sí señor, el servicio al cliente se ha hecho ‘global’ ¡pero en cuanto a su pésimo desempeño!

Sí, el servicio al cliente se ha internacionalizado y ahora podemos ver a simple vista cómo somos invisiblemente atendidos por gente buena de diferentes culturas, países, niveles socio-económicos y de zonas con diferentes horarios. Ah, pero no te preocupes “ellos te contactarán dentro de los próximos tres ciclos de facturación” si tienes suerte. ¿Servicio al cliente? ¡Vaya tontería! Es indignante y lo peor es que nosotros, los clientes mal atendidos, ¡no podemos hacer nada al respecto!

Algo que me ha servido a veces para mantener mi presión controlada (cuando ésta me ha subido debido a estos incidentes) ha sido el aparente reconocimiento de que aunque el servicio es horrible, éste sin embargo, se encuentra fuera de mi control y no puedo hacer nada al respecto. Por lo tanto a mí me es provechoso examinar mi ‘yo comercial’ y preguntarme por qué me frustro tanto. Lo que quiero decir es "¿por qué me permito reaccionar en tan terrible forma ante tan terrible pero incontrolable servicio? El mal servicio está fuera de mi control pero mi respuesta ante este mal servicio, está totalmente dentro de mi control. ¿Entienden lo que les quiero decir?

Después de un autoexamen personal he llegado a la conclusión que mi deseo de deshacerme del auricular telefónico se debe en parte a que mi necesidad de un excelente servicio al cliente no ha sido satisfecha, pero más que todo la principal causa es que soy parte de la “generación del ahora", ¿me explico? Yo quiero una respuesta, una solución, una reposición ¡y la quiero ahora!

El columnista Craig Wilson del USA Today, narra que él conoció a una "ancianita típica del tiempo de la Gran Depresión, quien almacenaba todos los sobrecitos de sacarina ‘Sweet and Low’ que recogía de cada restaurant al que iba. Era la misma anciana que al final de cada cena fuera de casa, recogía todos los panecillos que sobraban y los echaba en su bolso. Eran para más tarde. Quizás para el desayuno o para la cena o tal vez para la comida. No importaba cuando se los comiera, ¿sabes? porque eran ‘panes pa-más-tarde’”. No había desperdicios, no había prisa.

Una vez viví al lado de un hombre polaco ya anciano que había pasado varios años en un campo de concentración nazi. Su patio estaba completamente repleto de lo que todo el mundo, excepto él, consideraba basura. En efecto, de ahí era de donde lo sacaba todo: ¡de
su viaje diario al basurero! La inimaginable horrible necesidad por la que había pasado le hacía valorar los desperdicios, hasta tal punto que no podía ver nada desperdiciado. Lo digo en serio ¡nada! Era igual a la señora de los panes pa-más-tarde que siempre planificaba para el futuro debido a que recordaba la necesidad del pasado. Esta gente anciana y a veces herida tienen una lección para nosotros los de la sociedad consumista del "dámelo y dámelo ahora". ¿No tendrán también quizás un poco de sabiduría para nosotros?

He aquí: “¡No siempre puedes obtener lo que quieres, en el momento, pero si tú te preparas, planificas, ahorras y siembras, si aprendes la regla de la cosecha, mientras observas un hormiguero, entonces quizás la paciencia se convierta en tu amiga y el éxito será tu recompensa.! Vale la pena intentarlo además de que ¡te evita las úlceras!”

Medita: “Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: Nunca te dejaré; jamás te abandonaré.” Hebreos 13:5

“¡Anda, perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría! No tiene quien la mande, ni quien la vigile ni gobierne; con todo, en el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos. Perezoso, ¿cuánto tiempo más seguirás acostado? ¿Cuándo despertarás de tu sueño? Un corto sueño, una breve siesta, un pequeño descanso, cruzado de brazos... ¡y te asaltará la pobreza como un bandido, y la escasez como un hombre armado!” Proverbios 6:6-11 (NVI)

Ora: Desnudo vine a este mundo y desnudo saldré de él. Tú me has provisto abundantemente todo lo que necesito para mi vida y para tu servicio, oh Señor. A la luz de todo esto, oh Dios, enséñame a tener una sensibilidad exagerada, una preparación perseverante y una tranquila y paciente actitud de espera. En el nombre de Jesús te lo pido. ¡Amén!





No comments:

Post a Comment