Monday, November 18, 2013

Nov | 18 | Cita con el Engaño del Fin del Mundo

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Hechos 5:36-37  
Hace algún tiempo surgió Teudas, jactándose de ser alguien, y se le unieron unos cuatrocientos hombres. Pero lo mataron y todos sus seguidores se dispersaron y allí se acabó todo. Después de él surgió Judas el galileo, en los días del censo, y logró que la gente lo siguiera. A él también lo mataron, y todos sus secuaces se dispersaron.

Cita con el Engaño del Fin del Mundo

No hay nada nuevo debajo del sol, incluyendo la prevalencia de los falsos profetas. Ellos de por sí son bastante aterradores, pero es aún más desconcertante y aterrador la cantidad de personas que, ya sea por engaño, por desesperación o por privaciones ¡siguen a estos locos, a estos lobos rapaces, a estas estrellas errantes, en tropel!

Hoy es el aniversario de la masacre de Jonestown en 1978, que incluyó el suicidio masivo de más de 900 personas. Es uno de los tantos incidentes, tan publicitados, de falsos profetas y cultos del fin del mundo, con la muerte en sus mentes. No tengo problemas en atribuir estas cosas a la posesión demoníaca, en especial de los líderes.

El advenimiento del postmodernismo, donde la única verdad real es tu propia verdad, la única narrativa válida es tu propia historia, me lleva a imaginar más incidentes de esta clase en los años que vendrán. Los falsos profetas, lobos rapaces al principio vestidos en gentileza y afabilidad, se incrementará. Con poderes conferidos por demonios exhibirán grandes espectáculos de poder y muchas maravillas mentirosas. La palabra clave que estará presente en sus festejos será “engaño”. Jesús dice: “¡Cuidado, este engaño será tan bien preparado, que aún los elegidos podrían ser engañados!”

Jesús nos ha advertido con toda claridad que esta gente vendría y engañaría, sin embargo, se les podrá reconocer por sus frutos. Ahora, aquí está el problema: ¿qué clase de frutos debemos buscar? Sorprendentemente, debo decirles hoy que ¡los frutos que veremos en los falsos profetas son frutos de abuso!

Amigos, estos falsos profetas son finalmente abusadores violentos. Ellos engañan y desgarran y roban a la gente de lo que por derecho les pertenece. Privan a la gente de su buen juicio, de sus emociones, de su personalidad, de sus familias, de su autoestima, de su dignidad y, en especial, de sus bienes. Porque les aseguro, amigos, el mensaje de los falsos profetas puede sonar todo amor y gentileza al principio, o incluso revolucionario y justo, lo que habían estado esperando, ¿no? Sin embargo, al final el engaño les robará a ustedes, y si fuera necesario, les arrancará y públicamente saqueará lo que por derecho les pertenece, como si, sencillamente, hubieran sido drogados, insensibilizados y de manera horripilante engañados en el aparentemente dulce néctar de una violación cometida por un conocido, salpicada de engaño. La carnicería será tal que, aquellos ultrajados de esa manera aparecerán como si hubieran sido devorados por lobos.
Presten atención a ojos y narices demasiado grandes hoy, aún si están bajo el sombrero de una abuelita. ¡Si ven un destello de blancura afilada y reluciente entre la glamorosa sonrisa, entonces pueden estar seguros de que lo que están viendo son sus dientes carnívoros, afilados como navaja, y en algún momento, llegará la hora del almuerzo!

En todo lo que ustedes hagan, amigos, no olviden el sentido común que Dios les dio y recuerden Sus advertencias sobre el levantamiento de estos religiosos, inteligentes y depredadores monstruos.

Reflexiona: “Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Así que por sus frutos los conocerán.” Mateo 7:15-20

Ora: Jesús, manténme fuerte en Ti y en toda Tu perfecta verdad; has de mí una persona segura, firme en Tu Palabra y sagaz y sabio para actuar ante la vista de los colmillos. En tu precioso nombre te lo pido. Amén.

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