Nov | 28 | De tetillas y trufas

DESEO

Proverbios 5:18,19 
¡Bendita sea tu fuente! ¡Goza con la esposa de tu juventud! Es una gacela amorosa, es una cervatilla encantadora. ¡Que sus pechos te satisfagan siempre! ¡Que su amor te cautive todo el tiempo!
 
De tetillas y trufas

El renombrado chef, autor, instructor y anfitrión de programas populares de cocina de la televisión, Jacques Pépin, trabajó como ‘Jefe de Grupo’ de programas especiales del Instituto Culinario Francés y como miembro adjunto en la Universidad de Boston. Luego de haber recibido entrenamiento formal en el ‘Grand Hotel de l’Europe’, y en varios restaurantes en París, trabajó como chef personal de los jefes de estado franceses, Félix Gaillard, Pierre Pfimlin y Charles de Gaulle. Es autor de dos aclamados libros: ‘La Technique y La Methode’, que presentan los principios de la técnica y el arte culinario; obtuvo un lugar en el Salón de la Fama de Libros de Cocina de la Fundación James Beard, y entre otras cosas, es consultor de restaurantes y editor colaborador de la Revista Food & Wine y fundador del Instituto Norteamericano de Vino y Alimentos (AIWF por sus siglas en inglés). Tomando todo esto en cuenta, cuando él dice algo sobre el arte culinario, ¡me siento inclinado a creerlo!

Recientemente en un programa de cocina, mientras yo observaba su destreza, él hizo un comentario sobre la recolección de trufas en Italia y mencionó que: “no era necesario contar con una raza especial de perros para realizarla; en realidad, cualquier perro podía ser entrenado para hacer esto. La clave del éxito era asegurarse de derramar aceite de trufa en las tetillas de la madre cuando estaba pariendo”. ¡Era tan simple! La nutrición, el calor, la satisfacción y el confort que ellos sentían como cachorros recién nacidos en las tetillas de su madre, siempre estaría asociado con el olor de las trufas. Entonces, esta asociación quedaría grabada por siempre en sus mentes. Por supuesto, esto marca un círculo bien conocido de: atracción o reconocimiento, que lleva al deseo, que lleva a la satisfacción, que lleva a la atracción o reconocimiento, que lleva la deseo, que lleva a la satisfacción, que lleva a ... bueno, ustedes me entienden.

El versículo de hoy es una bendición maravillosa y manifiesta sobre el hecho de que este círculo de deseo y satisfacción con la esposa de tu juventud no debe romperse jamás. De manera muy abierta dice cinco cosas importantes: Primero, que lo que Dios creó es bueno. ¡Muy bueno! Segundo, que es Su deseo que nos regocijemos en estas cosas buenas. ¡Ambas, si lo prefieren! Tercero, que podemos satisfacernos mutuamente. Cuarto, que esta satisfacción será un éxtasis deleitoso, y quinto y para terminar, que este éxtasis deleitoso de satisfacción, ocurriría en los anchos y salvajes campos de la fidelidad. ¡Qué círculo tan glorioso!

De esto debemos entender entonces, que el reemplazo incorrecto de cualquiera de estas cinco cosas, por ejemplo, reemplazar el reconocimiento de la bondad con vergüenza o culpa; o reemplazar el aceptar la alegría con tristeza por nuestra posesión; o reemplazar el deseo con falta de satisfacción; o permitir la obscena y grosera ordinariez de ‘una cualquiera’ para reemplazar la exclusividad afectuosa, comprometida y pactada de ‘la única’, Bueno, esta clase de reemplazo impío rompe el círculo de atracción, deseo y satisfacción y, una vez que esto sucede, déjenme decirlo de esta manera, ¡será difícil que puedan volver a cazar trufas!

La aplicación espiritual es clara. Para buscar, perseguir y encontrar de manera constante aquello que es bueno, debemos probarlo, olerlo, debemos obtener un sentido agradable y satisfactorio de él, y eso, desde el comienzo. No obstante amigo, ¡si el círculo está roto, si no puedes encontrar un trufa que salve tu vida, entonces debes regresar al comienzo, de nuevo al principio, de regreso a la fuente, de regreso a los pechos de Dios que te dieron de comer primero! Deja a un lado todos los desagradables, no satisfactorios, destructivos e impuros aromas del pecado, y póstrate sobre tu rostro delante de Dios y en confesión, en arrepentimiento y en quebrantamiento, abre Su Palabra, y ‘huele’ una vez más, y ‘succiona’ una vez más, y ‘saborea’ una vez más. ¿Te acuerdas? ¡Excelente! ¡Ahora, búscalo!

Reflexiona: “Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia, deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación, ahora que han probado lo bueno que es el Señor.” 1 Pedro 2:1-3

“Prueben y vean que el SEÑOR es bueno; dichosos los que en él se refugian. Teman al SEÑOR, ustedes sus santos, pues nada les falta a los que le temen. Los leoncillos se debilitan y tienen hambre, pero a los que buscan al SEÑOR nada les falta.”Salmos 34:8-10

Ora: “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo...” Salmos 42:1-2