Tuesday, May 20, 2014

May | 20 | Cáscaras de cacahuate cubiertas de oro

FIEL

Cáscaras de cacahuate cubiertas de oro

Juan 3:9-11
Nicodemo replicó: -¿Cómo es posible que esto suceda? –Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas? –respondió Jesús- Te digo con seguridad y verdad que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto personalmente, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. NVI


Me pregunto si el desliz que Nico comete aquí no se debió tanto a su imposibilidad de comprender el ‘cómo’ de las complejas obras del Espíritu Santo, a pesar de reconocer que Sus efectos se veían claramente, sino al hecho de que la obra soberana de Dios Espíritu Santo en el corazón de una persona pareciera ser independiente del producto de la obediencia a la ley de Dios, y a las otras cientos de leyes hechas por el hombre y que a ella se suman. En la obra soberana de Dios en el corazón del hombre no existe el hombre justo ni el que todo lo sabe. Así es, como fariseo, como un escrupuloso guardián de todas estas leyes, ¿cómo es posible que la obra soberana de Dios pareciera prescindir del intrincado y escrupuloso seguimiento de la ley? Como ya se mencionó: “Nicodemo vino a Jesús de noche mientras él realmente ¡estaba en la oscuridad!” A pesar de esto, Jesús le respondió y reconoció su conocimiento y su posición como maestro de la palabra de Dios en Israel y, al hacerlo le reveló a él y a nosotros, que el nacimiento adicional, el nacimiento desde el cielo, el nuevo nacimiento, el nacer de nuevo no es una enseñanza nueva sino una doctrina bíblica clara con la cual Nico debió estar familiarizado; pero no era así. ¿Por qué no? Bien, aun hoy en día hay muchos maestros de la doctrina bíblica, maestros y ministros de iglesia que manejan la Palabra de Dios y, no obstante esto, ignoran y están ciegos a las doctrinas contenidas en ella, o peor aún, las conocen pero no se sienten movidos ni están conectados a ellas, incluso las tratan como si fueran tesoros pasados de moda de un pueblo muerto hace mucho tiempo. ¿Por qué sucede esto?

Creo que esto se debe a las cataratas de soberbia y las callosidades de arrogancia. Verás, la humildad y la sumisión cuando se unen en oración dan como resultado una buena disposición para poner en práctica aquello que les ha sido revelado. Entonces, el libro se vuelve su experiencia: las palabras se ingieren, se saborean, se digieren y se convierten en la causa del verdadero crecimiento espiritual. Estas personas no solo conocen la Palabra, sino que personalmente y en la práctica, saben que la Palabra es verdad. Esto tiene tanta importancia que Jesús saca de debajo de la mesa su escopeta de la verdad de dos caños una vez más y dice así: “Verdaderamente, verdaderamente, y sin lugar a dudas te digo que nosotros (mi nueva banda de discípulos y yo) SABEMOS estas cosas y damos testimonio de las cosas que hemos visto y experimentado personalmente. Damos testimonio personal de las cosas de las que hablamos”. Ahora bien, permíteme que me detenga justo en este lugar y te pregunte, querido amigo, ¿Y tú? Así es, dime pastor, ministro, maestro ¿y tú? Si no es así, ¡te aconsejo que te calles y vayas a conseguir ese testimonio personal! Pues en este momento lo único que puedes hacer es hablar desde tu ignorancia, desde un ángulo ciego y tus palabras carecen de poder divino o personal. No importa cuán admirable sea tu poder de comunicación, tus palabras son cáscaras de cacahuate vacías, pues hablas de cosas que no conoces personalmente. “Hablamos sobre LO que sabemos y damos testimonio de LO que hemos visto”. Cristo separa a Sus discípulos de los fariseos. Nico le dice: “Sabemos que vienes de Dios por las señales que haces”. “Sabemos que venimos de Dios porque damos testimonio de las cosas que hemos visto, escuchado y experimentado personalmente. Si no entiendes esto y no crees en las palabras, al menos, cree en los milagros que dan testimonio de la verdad y el poder de las palabras”, le responde Jesús. (Juan 10:38)

Escucha esto, aquí Jesús dice tres cosas sobre Sus discípulos: (1) Hablan de lo que ellos conocen y han experimentado. (2) Dan testimonio, es decir, dan un informe honesto y personal y al hacerlo, (3) dan un doble testimonio sobre la verdad de la palabra de Dios. Sus palabras valerosas y de entrega personal y su experiencia personal concuerdan. Ciertamente, ‘testimonio’ y ‘testigo’ tienen una raíz común y de ella obtenemos la palabra: ‘Mártir’.

Ahora, aun cuando el testimonio provenía de Cristo y de sus discípulos cercanos, sí, a pesar de que fue dado como testimonio personal, como enseñanza ejemplar, con palabras maravillosas y con ejemplos aplicados, aun cuando también estaba precedido y seguido por señales y milagros, los líderes, el Sanedrín, los fariseos y los saduceos, los ancianos y los sacerdotes y todos aquellos que tenían autoridad y poder, no recibieron este testimonio. Durante algún tiempo, Jesús tenderá Sus manos llenas de gracia hacia esta nidada de serpientes ciegas, hacia este grupo de sepulcros de difuntos, de tumbas blanqueadas, pero solo por algún tiempo, pues ellos no solamente rechazan el mensaje y el testimonio del mismo, sino que complotan para eliminar al propio mensajero. ¿Por qué? Porque en la religión establecida hay poder, dinero, estatus y una extraña respetabilidad. La cáscara enchapada en oro de la religión muerta siempre ha odiado la verdad simple y sencilla, el cambio experiencial del Evangelio. ¿Por qué? Es simple, porque elimina su soporte monetario.

Está atento y ve cómo en el siglo XXI, si el Señor se demorara, la cáscara de la religión muerta, una vez más, dará paso al surgimiento de verdaderos creyentes.

Reflexiona:- Yo les daré un corazón íntegro, y pondré en ellos un espíritu renovado. Les arrancaré el corazón de piedra que ahora tienen, y pondré en ellos un corazón de carne, para que cumplan mis decretos y pongan en práctica mis leyes. Entonces ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. Ezequiel 11:19-20 NVI

Ora: -  Padre, haznos fiel a Tu palabra sin temer a aquellos que solo pueden matar el cuerpo. Padre, danos integridad de corazón respecto a nuestra propia experiencia de Ti para que seamos veraces y podamos ser un buen testimonio de Tu presencia en nosotros. Mantennos fieles a Ti. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén y que así sea.

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